2013 ha sido, sin duda, el año de los ballers.
Muchos pros han querido destacar con sus frikadas y sus gastos descomunales.
Entre todos, el rey ha sido Dan Bilzerian. De todas formas, muchos pueden ser incluidos en la lista.
Empezamos con Faraz Jaka, que se retiró a principios de año a un monasterio budista de Thailandia, donde estuvo callado durante 10 días, aunque parezca increíble (esto último).
Vanessa Rousso se empeñó en hacer carrera a lo Kiko Rivera Pantoja, demostrando sus dotes como DJ, y se convirtió en la salsa de las fiestas de PokerStars.
La música también fue la clave de un duelo épico de ballers. Faraz Jaka y Daniel Negreanu se enfrentaron en la pista de baile, durante las WSOPE. El «crusaíto» de Jaka fue mejor que el «Robocop» de Daniel.
Un ruso llamado Andrei Karpov rozó el límite de la estupidez al jugarse y perder a su mujer en una timba de poker. Nada de coches, relojes de oro o escrituras de casas, perdió a su esposa, Tatiana, que aceptó su nuevo destino con cierta satisfacción.
Paris Hilton fue baller por un día. Se presentó en las mesas de mega high stakes del Aria Casino, en Las Vegas, y consiguió terminar la sesión de Texas Hold’em en positivo. Ver para creer.
Un jugador de poker llamado Sebastian Langrock participó en la versión germana de ¿Quién quieres ser millonario? y se llevó un millón de euros. El gambler reconoció que su habilidad a la hora de leer los tells del presentador fue lo que le llevó a ganar este premiazo.
No fue el que más ganó en «concursos». Un jugador de Massachussetts se llevó un premio 10 millones de dólares en un torneo de poker. El evento fue puro «lotopoker». Lo disputaron 560 jugadores que se enfrentaron de 2 en 2 a una mano eliminatoria en la que no podían intervenir. Se les daban 2 cartas, se sacaban las 5 cartas comunes, y el poseedor de la mejor mano pasaba de ronda; y así hasta que solo quedó 1 y se llevó los 10 millones.
Una «pipada» muy típica de los ballers es perder dinero fuera de las mesas. La empleada del hogar de Andrew Robl se encontró con 3.000$ en la secadora de ropa. El billete aguantó un buen centrifugado dentro del bolsillo del pro. Y hace solo unos días, un taxista de Las Vegas se encontró en el asiento trasero de su coche una bolsa de papel que contenía 300.000$. La policía encontró a su propietario -que no quiso identificarse públicamente- y le reintegró el dinero. El taxista fue muy, muy honrado.
El mejor baller del año ha sido, con diferencia, Dan Bilzerian. Le hemos visto hacer de todo. Fardar de coches, aviones, armas, mujeres, fiestas, cameos en películas, dinero perdido en una sola sesión (nada menos que 3 millones), beneficios en una sola partida de HU (10,8 millones), propinas dadas a crupiers (de 50.000$ cada una), regalos de Navidad (100k a una familia necesitada) e incluso de habilidades inversoras en las WSOP (bancó el 20% del buy-in del runner-up Jay Farber y ganó 1,6 millones). 2013 no sería lo mismo sin Bilzerian.
Jay Farber quiso seguir el modelo de su mecenas y comenzó a disfrutar de su nueva condición de millonario al puro estilo baller. Se compró un Aston Martin y un Ferrari, y después se fue de fiesta con dos actrices porno, Jesse Jane y Nikki Benz. Y para recuperar fuerzas, se marcó una cenita de lujo con Larry Flint, el dueño de la revista para adultos Hustler. Si es que es lo que tiene haber sido tantos años portero de night club.
Los coches de los ballers llamaron nuestra atención en 2013. Os mostramos qué carros tienen pros como Sam Trickett, Patrik Antonius, Phil Ivey, Daniel Negreanu o Jake Cody. Y yo, con mi Toyota Yaris… No soy nada baller…
No podía faltar Jonathan Duhamel en las frikadas de los ballers. El canadiense montó un buen espectáculo durante las WSOPE. Borrachillo, intentó bañarse en un estanque que hay justo delante de la puerta del Casino Barriere y tuvo un altercado con unos gendarmes parisinos que le obligaron a dormir la mona en el calabozo… Si es que no aprende a beber este hombre…
Daniel Negreanu también ejerció de baller al hacerle un insta-call a una cheerleader de los Philadelphia Eagels (NFL), con la que se citó por Twitter.
ElKY se sumó a la moda baller al dar a conocer a sus fans su gran pasión por los artículos de lujo y, especialmente, por los «pelucos» de nivel. Telita con los relojes de Grospellier.
Y por último, señalamos a Phil Hellmuth, que es fan de las camisas bailongas de marca. Ha posado luciendo prendas de Versace, probablemente las más horteras y estrafalarias de la prestigiosa firma.
Menuda colección de frikis. Nos han hecho pasar grandes momentos este año.
