Dan Bilzerian o como él se hace llamar, el Gentleman del Poker, nos tiene acostumbrados a los comportamientos más estrafalarios que se puedan imaginar. El despilfarro es su seña de identidad y las mujeres hermosas, los coches deportivos, los yates y las armas de fuego, sus adornos preferidos.
Pero esta vez no nos ha sorprendido con una nueva fiesta ni con una foto de varios millones en un rack fichas de casino, sino con una propuesta mucho más novedosa: un acto caritativo.
Conociendo a Bilzerian, no podía ser una donación sin más. Hacía falta espectáculo, bombo y platillo y, por supuesto, morbo. Lo que hizo fue publicar una foto en Twitter con fajos de billetes y plantear una especie de concurso en el que se llevará el dinero quien resulte más convincente al contar su triste historia.
La Navidad se adelanta y podría llegar cargada de regalos, pero no sé si vale la pena contarle tu vida a un desconocido para suplicarle ayuda. Bilzerian podría donar el dinero sin más, sin necesidad de que se entere todo el mundo, pero él disfruta haciéndose notar y parece que se regocija viendo que los demás no han tenido la «suerte» de contar con un padre que hizo una gigantesca fortuna basada en el fraude fiscal y financiero.
I’m giving away 100k by Christmas to family’s or people in need. If you or someone you know needs help, retweet and.. pic.twitter.com/GL5KeL7qFo
— Dan Bilzerian (@DanBilzerian) October 26, 2013
Follow @thegame #therobinhoodproject and tell me your story below my Instagram pic
— Dan Bilzerian (@DanBilzerian) October 26, 2013
«Voy a dar 100.000$ por Navidad a las familias o personas más necesitadas. Si túo alguien a quien conozcas necesitáis ayuda, haz un retweet y sigue @thegame #therobinhoodproject y cuéntame tu historia».
Plz no business ideas, only people who really need money, don’t waste my fucking time
— Dan Bilzerian (@DanBilzerian) October 26, 2013
«Por favor, nada de ideas para negocios. Sólo gente que realmente necesite el dinero. No malgastéis mi maldito tiempo».
Menudo angelito, que todo su tiempo lo dedica a la caridad. Puede hacer con su dinero lo que quiera, pero esto no son formas, son alardes.