Unos comen mazapán y otros cantan villancicos, pero más o menos, todo el mundo celebra la Navidad de la misma manera. Los más afortunados se pueden escapar al Caribe y algunos iluminados aprovechan para hacer turismo y visitar países exóticos. Estos últimos me dan bastante envidia.
Todo eso está bien, pero lo que seguro que nadie hace es celebrar la Navidad pegando tiros en el desierto. Ojiplático me he quedado con el vídeo que nos brinda el bueno de Dan Bilzerian. No hay mujeres ni fajos de billetes, pero la testosterona está a rebosar.
Esto es pornografía de la dura y a cámara lenta. Felices fiestas de parte de Dan Bilzerian.