Literalmente, el primer nombre que apareció en nuestros monitores cuando empezamos a recopilar la información diaria que ofrecimos sobre el último WPT Five Diamond Classic del Bellagio fue el de Ana Márquez. Una grata sorpresa, la verdad.
La malagueña nos dio la inmensa alegría de llegar al heads-up de uno de los primeros eventos del festival. El premio era lo de menos. Todavía no habían llegado todos los regs a Las Vegas, la participación era escasa y el torneo era de 1.000$ de entrada, pero era la primera mesa final individual de Ana en el circuito internacional desde hacía más de tres años y medio.
Ana se dio a conocer a principios de la década con un deep run en la PCA. En los años siguientes viajó alrededor del mundo con un grupo de jugadores estadounidenses que destacó en los festivales más importantes del planeta. Fueron años de continuos viajes y mucho poker online.
La saturación hizo mella en Ana, y en 2015 desapareció virtualmente de los casinos. Solo registró dos cajas ese año, una de ellas en un minitorneo por parejas en uno de los casinos del Strip durante las WSOP y otra en un torneo de 500€ en Viena muy cerca de la que ahora es su casa.
Puede parecer que Ana ha dejado el poker. De hecho, en la entrevista con CardPlayer que os vamos a traducir a continuación deja entrever que esa fue la idea inicial, pero ya podemos dar por hecho que la hemos recuperado en toda su plenitud. No ha hecho mucho ruido y su agenda es mucho más equilibrada, pero en los últimos meses Ana ha vuelto a los festivales más exigentes y ha logrado cajas en los Aussie Millions, las WSOP y los eventos invernales de Praga.
Y habrá más en el futuro.
¿Recuerdas a Ana?
Parece que haya pasado una eternidad desdeque empecé a jugar, allá por 2008. Estaba estudiando Historia y Economía en la American University de Washington, e imagino que pensaba meterme en la diplomacia o algo similar. No lo tenía muy claro. Pero el poker lo cambió todo.
Me junté con un grupo de jugadores de Maryland, Tony Gregg, Greg Merson, Christian Harder… Empezamos a jugar juntos y me lo tomé muy en serio. Yo empecé a estudiar incluso antes de jugar, porque quería estar preparada de antemano. Empecé e npartidas en vivo de 1$/2$ pero fue Greg Merson el que me convenció de que el poker online era lo que debía hacer luego. Dos años después, empecé a jugar torneos en vivo.
Me tocó hacer la tesis en la universidad, y no me daba tiempo en un solo semtestre, así que me cogí todo un año. Me aburría un montón, así qeu jugué un montón al poker. Me di cuenta de lo mucho que me gustaba. Decidí acabar la carrera y darme un año de prueba para ver si podía hacer carrera en el poker. Me fue bien, así que seguí adelante.
Nuevo estilo de juego
Cuando empecé era una nit tremenda. Mi primera idea del poker se basaba en el Libro Verde de Phil Gordon y el Super System, así que era muy estricta en los rangos de apertura. Con losaños, ya sea por los consejos de los amigos o porque entendí que había mejores razones para ser más agresiva, mi juego se abrió mucho.
Si te soy honesta, el mayor problema que he tenido en estos últimos años ha sido distinguir qué percepción tiene la gente de mí en la mesa. Parece gracioso, pero mucha gente asume que sigues jugando de la manera que lo hacías hace diez años, que en mi caso era muy, muy tight. Pero alguien que haya coincidido conmigo solo durante las pasadas semanas me va a recordar como una jugadora muy agresiva.
Ahora, cuando me resuben, tengo que descubrir si su rango es más amplio porque piensan que me van a poder tirar o si su rango es más estrecho porque se piensan que soy una nit.
El retiro voluntario
Me exigí demasiado. Vivía con la maleta al hombro, cada dos semanas en una ciudad diferente. Tenía muchas ganas de estar en casa. Vivía en Londres, pero viajaba tan a menudo que nunca me pude sentir en casa allí, en el hogar. Echaba de menos tener una base, un nido. Era un grindeo constante; si no tenía torneo en vivo, me ponía a jugar online. Acabé quemada.
Mi padre me decía que era la única persona que había conocido que nunca se tomaba un fin de semana de descanso. Todos los días había algo que jugar. 2013 fue un gran año para mí, y cuando tienes éxito, persigues ese sentimiento durante un tiempo.
Imposible dejarlo
Honestamente, no fui capaz de dejar el poker. Solo acorté mi agenda a un nivel más manejable. Quise ver si era capaz de estar sin jugar, pero creo que me gusta demasiado como para dejarlo.
Creo que estoy volviendo de una manera orgánica. No me marco un calendario, todo lo baso en que es lo que me apetece jugar y dónde . Por ejemplo, pasé de las WSOPE en Rozvadov, que son cuatro horas de coche desde casa, pero sí que me vine a jugar al Bellagio. No tiene mucho sentido, pero es lo que me apetecía.
Las Vegas
Amo Las Vegas. Es mi lugar de trabajo. Si quiere motivarte y exigirte, ven a Las Vegas. He estado viniendo tantas veces en los últimos años que ya no me distraen todas las cosas que se pueden hacer en el Strip. Ya las he probado todas. Ahora cuando estouy aquí solo se trata de jugar al poker.