Nuestros colegas italianos nos informan de un nuevo capítulo en la acelerada búsqueda de la liquidez internacional entre diversos países de la Eurozona. Italia y Francia van a examinar la posibilidad de que los operadores apliquen distinto rake a los jugadores según su nacionalidad, para salvar las diferencias fiscales que existen entre los distintos países europeos.
El el tema de regulación, estábamos más acostumbrados a un ritmo equivalente al de la publicación de los libros de George R. R. Martin, infinitamente más pausado que este frenético culebrón, que nos trae novedades casi a cada semana. No es una queja, sino la constatación de que la liquidez internacional corre mucha prisa en los países del Sur de Europa, que ven sus mercados declinar a velocidad de vértigo.
Lo último que sabíamos era que en el seno de una convención sobre el juego que tuvo lugar en París, los responsables de ARJEL, el regulador francés, y la AAMD italiana van a proponer en la próxima reunión de reguladores que la liquidez conjunta comience con una plataforma experimental entre Francia e Italia, a la que se pueden ir uniendo luego otros países.
La unión de los mercados transalpinos es un proyecto que, sobre el papel, funciona perfectamente, pero cuya resolución técnica no es tan sencilla. Así, de primeras, está el problema de la fiscalidad que impone cada país al juego online.
ARJEL se comprometió a forzar un cambio en el sistema fiscal francés, el más exigente de Europa con mucha diferencia. Es la solución perfecta. Y la más lógica. El ejecutivo galo parece a estar dispuesto, pero resulta que los plazos para hacer efectiva esta rebaja fiscal se van hasta los dos años de duración, entre que se formula el nuevo texto y pasa los trámites de aprobación parlamentaria.
Ninguno de los reguladores está dispuesto a posponer otros dos años la liquidez conjunta, y la opción inicial de plegarse a los deseos de Francia de aplicar el rake por bote al mercado conjunto se toparon con un rechazo masivo en todos los actores del juego online en Italia. Esa opción es irrecuperable. Así que hay que buscar nuevas vías.
En la reunión prevista para este mes en Alemania se explorarán estas nuevas soluciones, y la favorita para los reguladores de Italia y Francia es el cobro del rake según nacionalidad, una opción que se descartó en un principio por la dificultad que le ofrece a los operadores.
Ahora se ha convertido en la idea favorita porque, de ser técnicamente posible, sería implementable en tiempo record.
Sería una solución temporal, pues crea diferencias muy notables en las condiciones bajo las que juegan los clientes de los operadores, que pueden ser incluso explotables en las mesas. Pero no existe la solución perfecta, y esta será la alternativa que ocupará la agenda de las primeras reuniones de Alemania.