El pasado miércoles 28 de septiembre, el Parlamento francés aprobó la Ley Digital, cuyo artículo 35 recoge la posibilidad de que jugadores de poker online con cuentas validadas en operadores legales en el mercado francés puedan jugar contra otros jugadores registrados en dichas salas en otros mercados regulados.
La eliminación de los obstáculos legales franceses supone un gran paso adelante de cara a la unificación de mercados. Ahora todo queda en manos de las entidades reguladoras y de su voluntad por salvar el sector de su decadencia.
En general, la noticia ha sido acogida con alegría e ilusión tanto en Francia, como en otros países que sufren el «modelo latino», como España o Italia.
No obstante, en este último ha clamado una voz discordante, la del jugador Stefano Foschini.
La web PokerItaliaWeb se ha hecho eco de la queja del citado Foschini, publicada en Facebook.
Estas son sus palabras:
«El Senado francés ha aprobado la liquidez compartida en el poker online… La pelota está ahora en Italia y España. Yo espero realmente que no se produzca nunca y que en Italia se vote en contra, porque si no, es el momento de abandonar el poker. […] Para los regs buenos será algo positivo, pero para los demás, seguramente no. […] Senadores italianos, por favor, voten NO».
Foschini considera que el peligro más grande será que muchos jugadores bustearán más rápido.
El transalpino no se extiende más en las razones. Aun así, sus palabras pueden llevarnos a reflexionar sobre el impacto que puede tener la liquidez compartida en los jugadores.
Está claro que habrá más mesas de cash y más niveles, y que los torneos tendrán fields y prize pools mayores.
El poker online será más atractivo y quizá crezca el número tanto de regs como de recreacionales. Pero, ¿supondrá la unificación, tal como dice Foschini, una reducción generalizada del tiempo de busteo?
