Todo el mundo tiene un precio. Es una verdad como un templo y aunque a veces queramos hacernos los duros y nos resistamos a sucumbir ante el peso del dinero, todo es cuestión de poner unos cuantos billetes más en la balanza. Si no que se lo pregunten a Jeff Gross. El pro ha aceptado hacer algo que no quería hacer, pero por ese precio cualquiera habría aceptado.
Todo fue culpa de una prop bet, cómo no. Gross estaba en Amsterdam con el mega baller Dan Bilzerian y con Bill Perkins y cuando estos dos pájaros se enteraron de que Gross no tenía ningún tatuaje le preguntaron por cuénto dinero estaría dispuesto a tatuarse lo que ellos quisiesen.
Gross respondió que por 550.000$. Ahí es nada. Supongo que lo dijo sin pensar, que fue la primera cantidad que se le pasó por la cabeza y que no creía que fuesen a aceptar, pero claro, cuando tus amigos son multimillonarios uno no puede estar seguro de nada.
Bilzerian ejerció de testigo y Perkins hizo instacall a la apuesta. íl se encargaría de escoger el motivo del tatuaje y de aflojar la pasta a cambio de semejante placer. La única cláusula era que no se podían hacer tatuajes con simbología xenófoba, esvásticas y ese tipo de cosas.
Un apretón de manos fue suficiente y Gross se fue directo al estudio de tatuajes. ¿Cuál sería el nuevo dibujo que adornaría su cuerpo? Pues nada más y nada menos que la bandera del orgullo gay.
Holy fuck @bp22 lost bet Jeff got paid 550,000$ to get a gay rainbow tattoo on his back, and can’t… http://t.co/SnndYII7Lz
— Dan Bilzerian (@DanBilzerian) October 6, 2013
«Sin duda, éste es un tatuaje ridículo para mí porque no soy gay, pero tengo amigos que sí lo son y apoyo sus derechos, así que no es tan malo», dijo Gross, que está contentísimo con su más de medio millón de dólares en el bolsillo.
Además, existen cláusulas según las cuales Gross podría llegar a borrarse el tatuaje en el futuro dependiendo del éxito que tenga en los torneos y otros datos que no han salido a la luz. Incluso, aunque no pueda borrar, sigue siendo una maravillosa inversión. El estadounidense ha ganado 1.526.141$ en torneos en vivo desde 2006 y en sólo media hora ha ganado la tercera parte. Negocio redondo.
Gross no es el único jugador que tiene un tatuaje en el cuerpo por culpa de una prop bet. Ilari Sahamies, Joe Sebok o «Diet Ketchup» también tienen uno. Ay que ver cómo les gusta a los jugadores hacer apuestas estúpidas.
Sahamies y sus locuras
Desde hacerse vegetariano o no mantener relaciones sexuales durante un año a bañarse en aguas heladas y echar una carrera contra pingí¼inos, pasando por combates de boxeo o ser arrastrado por un caballo durante cientos de metros.
Así se las gastan los pros. A ver cuál es la próxima cafrada con la que nos sorprenden.