Cada vez está más cerca el torneo de poker más caro que se haya celebrado en la historia. «The Big One for One Drop» (con fines benéficos), como así fue bautizado por el principal promotor, el magnate del Circo del Sol, Guy Laliberté, tendrá un buy-in de nada menos que 1.000.000$.

Pues bien, hace cosa de un mes, la inscripción rondaba los 30 jugadores. Hoy por hoy, ya son alrededor de 40 los inscritos en este magno evento. El último en confirmar su presencia fue el jugador británico Sam Trickett.

Precisamente, este asunto de la participación y el número de jugadores ha generado cierta polémica últimamente. El torneo, para el que no lo sepa, tiene un límite (CAP) de 48 jugadores. En la comunidad del juego, ha habido ciertas voces últimamente criticando este hecho, es decir, que se limite el número de participantes.

Por ejemplo, Jason Somerville se dejó ver por Twitter para comentar lo siguiente:

«Realmente las WSOP® rechazarán  a los jugadores que se presentan allí con un buen puñado de pasta el día del evento?«

El veterano jugador Cliff Josephy ahondó en el asunto apuntando:

«Sospecho que el CAP es para atraer a los jugadores mientras el field sea sencillo, pero eliminarán el CAP una vez se haya llegado a 48 jugadores«.

Una vez escuchados comentarios de este tipo, Guy Laliberté, que suponemos que sabe algo de marketing y negocios, salió al paso de estas acusaciones para mantenerse firme en su postura oficial, realizando las siguientes declaraciones a la revista Card Player:

«Es el sueño de todo productor de espectáculos dejar siempre al menos una persona en la puerta, incapaz de poder entrar. Sólo así sabes que tienes un producto exitoso. Es el principio fundamental del marketing. Recuerdo cuando salió una edición limitada de Ferrari. Se calculó que venderían 350 unidades, por eso construyeron sólo 349«.

 

Parece que, salvo marcha atrás, el CAP se mantendrá donde está, pese a que haya algunos que preferirían que la participación fuera libre, y que el número de jugadores fuera cuanto mayor, mejor.