En la batalla legal que Derek Kelly, el propietario del club Gutshot londinense, mantiene con las autoridades del Reino Unido sobre la licencia de su establecimiento para permitir juegos de póquer, nuevamente, un juez ha estimado que el póquer es un juego de azar y no de habilidad.

Hace un año, el club Gutshot ya fue condenado por organizar partidas de póquer en su salón privado para socios y cobrar una comisión por ello sin poseer una licencia de casino. Derek Kelly alegó que el póquer era un juego de habilidad por lo que no era necesario ese tipo de licencia.

Sin embargo, por segunda vez, los tribunales británicos no le han dado la razón y han vuelto a argumentar que desde el momento en el que se precisa un mazo de cartas que es barajado aleatoriamente, y aun considerando que existen elementos de habilidad, el juego ha de ser considerado de azar, razón por la cual se mantiene la condena a Kelly.