Esta madrugada, en Las Vegas, los conocidos profesinales del poker Olivier Busquet y J.C.Alvarado cumplieron con la apuesta realizada hace seis meses y disputaron una pelea bajo las reglas de las artes marciales mixtas.
Estaba en juego una bolsa de 270.000$, y fue Olivier Busquet el que se impuso con claridad, obligando a J.C. a pasar por el hospital. El mexicano ya está en casa, magullado pero orgulloso de haber tenido suficiente corazón para enfrentarse a este combate, y sin ningún tipo de complicación extra.
My biggest fear was not having heart. I couldn’t execute what I know I can do, but I’m out of the hospital with a big smile on my ugly face.
— JC Alvarado (@JCAlvarado1) 22 de abril de 2016
Busquet, que mostraba en sus piernas las señales de la refriega, tuiteó desde el mismo octógono, rodeado de varias de las personas que le han ayudado a concluir felizmente una exhaustiva preparación física y un viaje interior que han supuesto un cambio total en quien sigue siendo una referencia mundial en sit and gos
We did it!! Thank you from the bottom of my heart to everyone who supported me. So much respect for @JCAlvarado1 pic.twitter.com/EWgQtk3pFI
— Olivier Busquet (@olivierbusquet) 22 de abril de 2016
Más allá de quién lanzó los golpes más fuertes o quién demostró más maña, nos vamos a centrar en la brutal evolución de Busquet, que llegó a la pelea hecho una verdadera bestia y con un trasfondo del que no se sabía demasiado.
Hace dos días, velando armas para el combate, Olivier publicó un blog sobre las razones por las que se embarcó en esta dura travesía. Las raíces de su primer tuit de desafío, abierto a cualquier miembro de la comunidad del poker, fueron las ganas de superar una notable falta de voluntad a la hora de comprometerse -según él, el lado oscuro de la libertad de horarios y la falta de responsabilidad ante terceros que te otorga ser jugador de poker-, las ganas de probarse a sí mismo y, tristemente, la soledad propiciada por los preparativos finales para su divorcio.
La idea no surgió del mejor trasfondo psicológico, como puedes comprobar, pero cuando Alvarado se mostró dispuesto a aceptar el reto, Busquet recibió el empujón que necesitaba para comprometerse al 100%.
La elevada apuesta, que incluía severas compensaciones económicas en caso de que alguno se echara atrás, tenía el fin de obligarse a realizar una preparación seria. Pero ese empujón definitivo del que hblábamos se lo dio el miedo, miedo físico, a tener que encerrarse en la jaula con otra persona decidida a pelear.
Terrence Chan, que tiene a sus espaldas varios combates profesionales, hizo un buen análisis de las posibilidades hace seis meses. Daba como favorito a J.C., que tenía entrenamiento previo en artes marciales mixtas, pero ponía en manos de Busquet cambiar las tornas si se tomaba el entrenamiento en serio, gracias a su superior capacidad atlética natural.
JC deserves to be fave based on experience; comes down to 1) Liv’s natural athleticism; 2) how seriously he trains. https://t.co/QzYTMh5Mae
— Terrence Chan (@tchanpoker) 18 de octubre de 2015
La diferencia de peso estaba a favor de Olivier, y una de las estipulaciones de la pelea establecía pesos máximos para amboos contendientes que aseguraban que así seguiría siendo el día de la pelea.
El estadounidense se buscó un gimnasio pequeñito, con un equipo de profesionales residentes que le ayudaron a empezar de cero. Se rodeó también de un entrenador mental y otro de fuerza, un ex-militar ruso que entrenó a varios levantadores olímpicos y que ha puesto a Busquet hecho un verdadero animal.
.@JCAlvarado1 come at me bro….#doyouevenlift pic.twitter.com/mP6ErypTA8
— Olivier Busquet (@olivierbusquet) 18 de febrero de 2016
La impresión que ha ido dejando la seriedad con que se tomo el entrenamiento Olivier consiguió que, en las últimas apuestas cerradas antes del combate, Alvarado dejara ya de ser el favorito para la pelea. Y finalmente, también se demostró en el ring, pese a quienes pensaban que la técnica de Alvarado sería suficiente.
Mis respetos a ambos.
