En ese extraño planeta que llamamos poker, existe un Triángulo de las Bermudas que, de vez en cuando, se traga a jugadores sin dejar rastro alguno.

Al igual que sucede con el que se encuentra en el Caribe, es probable que las explicaciones sobre los desvanecimientos sean completamente mundanas, pero en muchas ocasiones el halo de misterio y las leyendas urbanas que se generas a su alrededor son demasiado atractivas y embriagadoras como para preferir la cruda realidad. Sin olvidar que, en contadas ocasiones, las leyendas son ciertas.

El caso de Tom Dwan es uno de los más sobresalientes. El paladí­n de los frikis, «durrrr», surgió del foro de TwoPlusTwo, en que los cerebrines del poker online defendí­an que su acercamiento matemático al poker era superior a todas las mañas que puedan mostrar los jugadores de instinto.

Dwan pasó de ser un grinder online más a codearse con las figuras del poker en programas de televisión y a reventar las high stakes. Sus seguidores eran legión, identificados totalmente con sus orí­genes. El último reducto del poker a conquistar era Macao, y allá se fue de la mano de Phil Ivey y de los High Rollers asiáticos. De pronto, y tras un tuit en que Dwan se quejaba de haber sufrido las peores pérdidas de su carrera, no supimos más de «durrrr».

Los rumores apuntaban a una sesión de pesadilla, en la que Dwan habí­a perdido un bote de 20.000.000$. Las deudas contraí­das en esas partidas le habrí­an dejado a merced de las trí­adas, que ahora controlan su carrera, obligándole a participar en partidas privadas para entretener a empresarios chinos y, poco a poco, ir devolviendo lo que debe.

Puede que la parte de las trí­adas sea incierta, pero la del bote de 20.000.000$ es verdad. Lo dice Daniel Cates, que en contestación a un usuario del foro de PokerVIP relató que ese habí­a sido el mayor bote que haya visto en su vida, y que Tom fue ví­ctima de un set over ser en una mesa muy seca contra un jugador que aún permanece en el anonimato.

Dwan, últimamente, ha protagoonizado un par de cameos en ví­deos grabados en torneos en Asia. Aparece más maduro, serio y con la mirada apagada, pero Cates sigue estableciendo su valor por encima de las siete cifras, así­ que no sufras demasiado por él, aunque sea tu jugador preferido.