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¿Qué ocurre si pagamos un all in que el crupier ha cantado mal?

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Situación:

El Jugador A se resta y el Jugador B pide la cuenta antes de decidir si paga o no. El crupier le dice al Jugador B que el all in es de 14.000 puntos y coloca el stack del jugador restado de manera visible. El Jugador B hace call y después resultó que el valor del all in era en realidad de 30.000 puntos. Acababa de hacerse el chip race hací­a poco y el crupier confundió el valor de las fichas de 1.000 puntos con las de 5.000 puntos.

¿Cómo se debe proceder? ¿El Jugador B debe hacer call a los 15.000 puntos que cantó el crupier o a los 30.000 puntos que eran en realidad? ¿Qué pasarí­a si es el Jugador A el que da una información errónea sobre el valor de su all in?

David Cámara

Fue el creador de la estructura de las Full Tilt Poker Series españolas, así­ como su presentador y director de torneo. Se encargó de la dirección del programa Esto Es Poker y actualmente se encarga del streaming del CNP 3.0.

Es responsabilidad del jugador que decide pagar determinar la cantidad correcta del tamaño de la apuesta del rival antes de pagarla. El dealer es humano y puede cometer errores, por ello es deber de los jugadores estar atentos a las cantidades exactas. Si el croupier se equivoca y canta cualquier otra cifra, mayor o menor que la real, el jugador que decide pagar debe asumir la cantidad real de la apuesta y no la que haya cantado el dealer. Ocurre exactamente lo mismo si el error proviene del jugador que anuncia la apuesta y se equivoca al decir la cantidad. En caso, eso sí­, de comportamiento reiterado por parte de algún jugador de esta práctica, la dirección del torneo deberá sancionarla correspondientemente, ya que rompe claramente el normal devenir del evento y la dinámica de fair play que debe reinar.

Cesar Garrido

Uno de los teóricos del poker más reconocidos de nuestro paí­s. Fue el creador de las primeras reglas de poker en español.

La regla que se usa para solucionar esta situación es una de las que más habitualmente he tenido que usar en torneo en los que dirija. Se denomina acción aceptada.

Transcribo dicha regla según la última versión de la TDA:

46: Accepted Action
Poker is a game of alert, continuous observation. It is the caller’s responsibility to determine the
correct amount of an opponent’s bet before calling, regardless of what is stated by the dealer or
players. If a caller requests a count but receives incorrect information from the dealer or
players, then places that amount in the pot, the caller is assumed to accept the full correct
action & is subject to the correct wager or all-in amount. As with all tournament situations, Rule
1 may apply at TD’s discretion.

Como se ve, dicha regla otorga toda la responsabilidad al jugador de lo que sucede en la mesa. El reglamento admite que si precisamente el poker es un juego de observación, esto no deberí­a ser una excepción. El jugador tiene los mismos ojos y orejas que el croupier, y por tanto debe estar atento, incluso a los conteos.

Algún lector le parecerá esta regla un tanto extrema, pero vamos a suponer que esta regla no existiera y alguien pí­caro se quisiera aprovechar de ello:

-Preflop todos los jugadores foldean salvo un jugador que anuncia all-in. La pequeña ciega, el jugador pí­caro, pone una ficha únicamente; la gran ciega se tira. El jugador restado , como le ha puesto una ficha la pequeña enseña sus cartas. Aquí­ el jugador pí­caro tendrí­a 2 opciones:

-Si le gusta lo que ve, enseña las suyas ya que ha hecho call
-Si no le gusta lo que ve, dice que no se ha dado cuenta que habí­a allin y que sólo querí­a igualar las ciegas (con lo que se ahorrarí­a el stack)

Para evitar situaciones como esas, se creó la regla de Acción Aceptada, que evita picardí­as y obliga a los jugadores a estar atentos , bajo su responsabilidad, incluso a pesar de errores de conteo del dealer

Por tanto, el jugador en el caso expuesto en el enunciado deberí­a hacer call a lo 30.000 totales de forma obligatoria.

Gerard Segarra

Es el director de torneos de la poker room con más solera de nuestro paí­s, la del Casino de Barcelona, en la que colabora en las tareas de dirección de eventos como el European Poker Tour.

En primer lugar hay que decir que es vital la buena formación de los crupier por tal de evitar estas situaciones, aún siendo una cosa obvia las TDA se han cubierto en reglamento ante la posibilidad de crupiers mal formados, poco atentos o despistados directamente. La revisión de las TDA de este pasado verano exime al crupier de la responsabilidad que tení­a en reglamentos anteriores donde parecí­a que el que jugaba era mas el crupier que el jugador. En este cambio de tendencia del reglamento de la TDA podemos incluir que así­ como se exime de responsabilidad al crupier, crecen los deberes (mas que los derechos) de los jugadores en las mesas por tal de esperar de ellos una mayor atención en las mesas.

Así­ pues, si analizamos esta situación con el reglamento de las TDA de 2013 en la mano podemos encontrar que la Regla 46 que habla de «Acción aceptada» dice: «El póker es un juego de atención, de observación continua. Es responsabilidad del jugador que iguala determinar la cantidad correcta de la apuesta de un oponente antes de igualar, independientemente de lo que haya dicho el crupier o los jugadores. Si un jugador pide la cuenta y recibe una información incorrecta por parte del crupier o de los jugadores, y pone esa cantidad en el bote, ese jugador tiene que aceptar la acción correcta en su totalidad y está sujeto a poner la cantidad correcta de la apuesta o el all in. Al igual que en todas las situaciones de torneo, la norma número 1 puede aplicarse según el criterio del DT» así­ mismo la Regla 2 que habla de la «Responsabilidad del Jugador», dice, entre otras cosas, que es un deber de todo jugador en la mesa (o fuera de ella como espectador) avisar si se está o se va a cometer un error en la mesa, incluyendo un mal conteo de las fichas y por tanto una cantidad e información errónea como es el caso, así­ pues podemos hacer extensible no tan solo al crupier sino al jugador que se restó (que no es ni siquiera consciente de la cantidad de su stack), al jugador que pagó (que no debemos descartar que supiera de la cantidad real del all in pero intentara ahorrarse una parte «en los despachos») y a todos los jugadores de la mesa o posibles espectadores de la misma, pues TODOS ellos tienen el deber moral de avisar si se esta cometiendo un error.

Dicho esto, según el reglamento de las TDA la situación es clara, el jugador que pagó «aceptó la acción» de «pagar la apuesta», que la información brindada fuera errónea es anecdótico (las fichas están expuestas y visiblemente contables para toda la mesa) y por tanto se considera que el jugador paga la cantidad del all in aún siendo más que la información que le brindaron. En cuanto a la pregunta de si la información (y el error) hubiese sido brindada por el jugador y no por el crupier, la resolución del caso es la misma, pues no hablamos de «un error de cantidades» o «de quien es la responsabilidad de la información errónea» sino de «aceptar la acción».

Aunque pueda parecer que esta regla deja mucho que desear por la poca «profesionalidad» que se le exige al crupier, en verdad tiene un fondo mas enfocado a la atención de los jugadores, pues en los últimos años muchos de los errores que cometí­an los jugadores estaban amparados en las responsabilidades del crupier cuando debe ser el jugador el que debe prestar atención a lo que vaya sucediendo en la mesa, así­ como verificar la información, que sus intenciones sean claras, que sea conocedor y cumpla el reglamento, y en general que contribuya por un torneo ordenado.

Veredicto Poker10

En este caso, nuestros tres expertos están de acuerdo.

Se trata de aplicar la norma de la TDA de «acción aceptada». Esta norma exime de responsabilidad al crupier y hace que crezcan las obligaciones de los jugadores. Idependientemente de que el error lo haya cometido el crupier o el propio jugador, ha de pagarse el all in en su totalidad, ya que se aceptó la acción.

Gerard Segarra hace hincapié, además, en las responsabilidades del resto de jugadores de la mesa e incluso de los espectadores, que tienen la obligación de avisar en caso de detectar un error.

De la misma manera, Gésar Garrido avisa de que esta norma sirve para prevenir la picaresca y David Cámara contempla una sanción en caso de que el pí­caro mantenga su comportamiento de manera reiterada.

Concluimos, por tanto, que si la accion ha sido aceptada debe pagarse el all in í­ntegramente, sin importar que el error sea del crupier o del jugador. Las responsabilidades de los jugadores crecen y es su deber estar atentos, de manera que no puedan tirar de picardí­a y ampararse en la responsabilidad de un tercero. El fin de esta norma es contribuir a un desarrollo del torneo ordenado y basado en el juego limpio.