Ya sin españoles a los que animar, el sábado la cuenta de participantes se redujo de 20 a tan solo 6 de ellos, los que lucharí­an por este prestigioso tí­tulo, además de un premio de 271.258$. Así­ comenzó la mesa final de este WPT Baden:

El principal atractivo de esta fase final de torneo estaba en comprobar si «MadMarvin» serí­a capaz de lograr su tercer tí­tulo del WPT, algo que solo han conseguido dos jugadores hasta la fecha: Gus Hansen y Carlos Mortensen. El alemán intentaba así­ hacerse un hueco entre la élite del poker mundial, si es que no lo tiene ya garantizado, pero al final, la fortuna le dio la espalda y acabó cayendo en 5.ª posición.

Antes que él, tomó el camino del «rail» Gregorz Myraz, el jugador que comenzaba esta mesa final más distanciado del resto de sus rivales. Los con los que se restó se vieron superados (no por mucho) por los que encontró Ziegelbecker para pagar el push rival. Así­ se acababa el torneo para Wyraz.

Fue entonces cuando llegó el turno de Rettenmaier. Aunque la mano final le enfrentó a Kimmo Kurko ( vs ), fue previamente, en un duelo contra Paul Berende, donde Rettenmaier perdió gran parte de sus puntos. El holandés metí­a «tres barriles» con «elautenticonicarta«, para acabar ligando su top-pair en el river, en una mano que llevaba dominada en un principio el jugador alemán del equipo PartyPoker. De esta forma, Rettenmaier se quedaba muy corto de fichas, sin más tarde poder hacer nada para evitar la eliminación. Quinto puesto para él, que a buen seguro le supo a poco.

La mesa final continuaba a un ritmo muy «vivo», no tardando en llegar la siguiente eliminación. Fue el turno entonces del verdugo de Rettenmaier: Kimmo Kurko. í‰ste cayó a manos del a la postre vencedor del torneo, Vladimir Bozinovic, quien pagó el push de su rival con en guerra de ciegas. Previamente Kurko se habí­a restado desde la pequeña con su . Bastó un en el flop para sentenciar la mano, y dejar la cuenta de participantes en tan solo tres.

El siguiente en «bustear» fue Oswin Ziegelbecker, aunque éste vendió cara su eliminación, ya que antes de que ésta llegara, se logró doblar en un par de ocasiones a costa de Paul Berende. Pero tanto fue el cántaro a la fuente, que al final se acabó rompiendo (era de esperar). En uno de los múltiples «open-push» que volvió a intentar, Vladimir Bozinovic le pagó al tiro con su , pensando que serí­a cláramente favorito contra el rango de Ziegelbecker, pero esta vez no fue así­. El jugador restado presentaba . Parecí­a que serí­a un nuevo «double-up«, pero cuando en el river apareció el , supo que no serí­a así­. De esta forma, con la eliminación de Oswin Ziegelbecker quedaba servido el heads-up final entre Paul Berende y Vladimir Bozinovic.

La ventaja en fichas era para el holandés Berende, a priori el favorito en este punto para llevarse el torneo. De hecho, podrí­a haber sido así­ en una de las primeras manos del HU. Los dos jugadores acabaron «con todo dentro» antes de las comunitarias. Berende era favorito con su , dominando la mano de Bozinovic que presentaba . Un flop dejó claro que habrí­a que sudar para llevarse la mano, tal como comentó Berende. El jugador tulipán no se equivocaba. Un irrelevante caí­a en el turn, mientras que la carta del river sí­ que lo cambió todo. El en el river dio la mano a Bozinovic, y con ella, la clasificación dio un vuelco.

Poco después, llegó la mano del desenlace definitivo. Berende se restaba antes de las comunitarias con su , dominado ligeramente por el de su rival. La mano tení­a muchas papeletas de acabar en «split pot«, pero al final no fue así­. El board daba la mano definitivamente a Vladimir Bozinovic, apuntándose de esta forma su primer torneo grande.