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Steve O’Dwyer, más destructivo que nunca, arrasa la mesa final del Irish Poker Open. José A. Jaraiz, 10º

Steve O'Dwyer jugó una de las partidas más satisfactorias de su dilatada carrera y se llevó más de 380.000€ en la final del mayor Irish Poker Open de sus 42 años de historia.

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El Irish Poker Open, uno de los más ilustres eventos del planeta, también ha experimentado en primera persona la expectación por la vuelta del póker en vivo tras la pandemia.

En su larga historia, 42 ediciones le contemplan, el Irish Poker Open jamás había tenido tantos aspirantes como este año, 2.042 en total.

El torneo ha tenido la guinda de una mesa final que ha llamado muchísimo la atención en redes sociales, a medida que Steve O’Dwyer iba desplegando esa mezcla especial de suerte y talento que conforman la fórmula perfecta para arrasar, de manera literal, una partida de póker.

José Antonio Jaraiz (10º, 20.490€), muy a pesar suyo, se «salvó» de salir retratado en la foto porque fue el último eliminado antes del comienzo del vídeo. El español lo tenía todo en contra frente a Garry Spinks, un habitual del Dusk Till Dawn, clasificado por satélite, que se había ganado el apoyo del colectivo más influyente del casino al prometer una propina de 100.000€ para los crupieres si ganaba el torneo.

O’Dwyer se colocó en posición de dominar la mesa final al entrar en ella como chipleader. Sin embargo, su ventaja no era tan acusada. Su stack no era el único centenario en ciegas, y había otros dos jugadores con pilas de alrededor de 70bb.

En la segunda mano, el ex-campeón de la Gran Final del EPT recibió KK y eliminó a uno de los shortstacks. Uno a uno, acabaría por echar del torneo a todos los integrantes de la mesa.

En la fase más caliente de la partida, cuando el paso de los niveles acumuló varios shortstacks en la mesa, O’Dwyer acabó all-in prácticamente en cada mano, bien presionando con todo el peso del ICM, bien pagando pequeñas cantidades de fichas con muy poco riesgo para su posición de privilegio.

Los comentarios que empezaron a poblar el espacio pokeril de Twitter se fijaban tanto en el increíble run de O’Dwyer, que parecía incapaz de perder un allín, ligando colores y escaleras con las manos más inverosímiles, como en su estilo avasallador; y también en su enorme y creciente pila de fichas, realmente llamativa y complicada de gestionar.

Para más inri, el escocés Maguire, el segundo mayor stack al inicio del día, se metía de vez en cuando en el camino de los shortstacks, siempre para doblarles, y llegó al heads-up con una desventaja de 10:1.

En definitiva, una experiencia realmente satisfactoria para el campeón, pocas veces vista en televisión, y que llevaba aparejada una recompensa económica de 318.700€.

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