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Sam Holden deja el poker por la filosofía

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Cada vez que algún jugador profesional anuncia su retirada resulta difí­cil de creer. Hay miles de jóvenes deseando llegar a donde él ha llegado y cuesta entender cómo alguien puede renunciar a una vida de lujos y viajes, pero las aspiraciones de unos y de otros son diferentes.

En esta ocasión, el que se retira del poker es Sam Holden. El británico saltó a la fama en 2011 al ser uno de los November Nine de aquella edición del Main Event de las World Series of Poker. Acabó en 9.ª posición y se llevó un premio de 782.115$, pero lo más importante es que firmó un contrato de patrocinio con 888Poker.es y despegó su carrera profesional.

Tras esto, consiguió otros dos premios de 6 cifras, incluido un meritorio 55.º puesto en el Main Event del año siguiente. Pero el dinero no lo es todo en la vida.

«Los clubes de lujo, restaurantes y hoteles eran muy divertidos, pero me di cuenta rápidamente de que lo verdaderamente importante para mí­ son las relaciones con mis amigos, su compañí­a, su inteligencia, su visión de la vida y su sentido del humor. La verdad es que no me importa a dónde vayamos siempre y cuando la compañí­a sea buena. Un pub barato serí­a suficiente».

Holden no es el tí­pico caso de jugador que ha dejado de ser feliz, simplemente, ahora sus prioridades son otras. Su principal objetivo en la vida es centrarse en sus estudios de filosofí­a en la Universidad de Kent.

«En los últimos años, tras considerar lo que serí­a mi vida después del poker, me he acercado más a mi lado más friki. Me sorprendo a mí­ mismo escuchando debates, podcasts, conferencias y discursos mientras juego online. También he desarrollado algunas opiniones muy consistentes sobre la polí­tica y la ética, una posición opuesta a mi anterior postura. Esta pasión por lo que creo que es correcto en el mundo ha estimulado mis inquietudes y estoy leyendo más que nunca. Por encima de todo, tengo muchas ganas de cuestionar cada opinión, de escuchar a los demás y ser consistentemente escéptico sobre mis propios puntos de vista».

La verdad es que es una actitud loable. Me cae bien este chico y es muy probable que vaya a aportar más al mundo desde la filosofí­a que desde el poker. Supongo que seguirá jugando de vez en cuando, pero no quiere que el poker se convierta en su plan a largo plazo. Siempre le quedará el hogareño porker online, donde lleva ganados en torneos 800.000$. Lo que está claro es que ya no vivirá con una maleta a cuestas.

«Los torneos más grandes se han vuelto menos divertidos para mí­. Los viajes a Australia o Barcelona destacan como algunos de los mejores de mi vida, pero Las Vegas me hizo sentir bastante incómodo el año pasado. La cultura ‘estilo de vida Vegas’ de la competitividad financiera es excesiva y creo que 5 viajes en 3 años es un poco excesivo para mí­. Estoy emocionado por empezar a viajar por puro placer y no dependiendo de los mejores torneos de poker».

Suerte en tu nueva aventura. Y si un dí­a te apetece jugar unas manos en vivo, estoy seguro de que la comunidad del poker te acogerá con los brazos abiertos.