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Polk se regodea en una maratoniana sesión que aún no ha terminado con el Grudge Match

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El Grudge Match agota sus últimas manos con uan sensación de hastí­o que sus protagonistas no intentan ocultar.

Polk ya se ha ocupado de recordarnos que no le gusta jugar al poker, que no tiene pensado ofrecer la revancha ni aceptar nuevos retadores, y Daniel…

Daniel está harto de su supesta mala suerte. Mejor dicho, de la buena suerte que dice que tiene Polk. «No vamos a discutir más sobre el tema», dijo en la entrevista posterior a la sesión después de repasar durane diez minutos un montón de manos en las que él cree que se demuestra fehacientemente su obsesión con la buena fortuna de su rival.

Están desendo acabar, y eso condujo a una maratón de poker de más de siete horas en las que quemaron más de las mitad de las manos que quedaban por jugar. A un ritmo similar, el Grudge Match estará eterminado en las próximas 24 horas, después de la sesión del miércoles.

A la chita callando, después de todas las polémicas sobre los cambios de estrategia, el limpeo de uno, el tanqueo del otro, que si esto va contra las normas o contra el espí­ritu del reto, las solicitudes de mediación a Galfond y el resto de polémicas que están empañando el final del reto, Polk se está acercando de nuevo al millón de dólares de ventaja, ese kilo que tanto celebró en las redes sociales antes de que Negreanu le callara la boca con la sesión más ganadora de toda la serie.

El winrate de la sesión no fue nada espectacular para Doug -y eso que se arregló bastante en la última hora-, pero extendido a lo largo de 2.000 manos, el equivalente a tres o cuatro de las sesiones «normales», sirvió para subir al marcador una victoria de 209.281$.

Polk no cree el momento de empezar a cobrar todas las side bets que tiene ya ganadas con esa ventaja pase más allá de este próximo viernes.

Puestos a escoger el ví­deo para ilustrar esta sesión, es fácil elegir entre el ambiente de funeral del canal de GGPoker y el streaming del canal de Polk, con el jugador interviniendo en directo en medio de los comentarios del último cuarto de retransmisión y regodeándose de su victoria con los comentaristas, su socio Maike Brady y Josh Heinzl, toda una personalidad, juguetero, mago y jugador de poker.

Nos hemos quedado con Negreanu, obviamente.

Bueno, no.