Paul Petraglia evita el heads-up entre Elias y Panzica en el WPT de Jacksonville

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26/10/2017

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El épico enfrentamiento entre el ganador de tres títulos del WPT Darren Elias y el dos veces campeón y defensor del título en el WPT bestbet Bounty Scramble Sam Panzica no dejó de ser una posibilidad muy real hasta que Elias fue eliminado en tercera posición en el torneo.

Luego, Panzica tampoco fue capaz de imponerse a un jugador local, Paul Petraglia, que nunca había entrado en premios en un WPT y que tampoco había cobrado más de 20.000$ en un torneo. Pues anoche se llevó 315.372$.

Petraglia le confesó a la organización que su plan para la final se basaba simplemente en no meterse en el camino de los pros. «Había un par de desconocidos de los que no tenía ninguna referencia y que tenían pocas fichas. Mi plan era trabajar sobre ellos y procurar mantenerme lejos de Darren que, obviamente, me parece un gran jugador. Panzica también lo es».

Petraglia contaba con asegurar un par de saltos de premios ante lo que él denominaba «unknowns». En realidad, el único desconocido de la mesa era él, pues los otros tres invitados a la fiesta de Elias y Panzica eran, los tres, campeones de las WSOP.

Asiento 1. Sam Panzica 1.051.000 (44 bb)
Asiento 2. Paul Petraglia 1.698.000 (71 bb)
Asiento 3. Gaurav Raina 831.000 (35 bb)
Asiento 4. John Esposito 2.236.000 (93 bb)
Asiento 5. Shankar Pillai 344.000 (14 bb)
Asiento 6. Darren Elias 3.547.000 (148 bb)

Aún así, la estrategia de Petraglia funcionó a la perfección. Pillai solo ganó un bote en 24 manos, y la primera vez que le hicieron call a un all-in, fue para echarlo. Le pagaron Elias y Petraglia, que se contuvo hasta el river sin apostar. Cuando la última carta le dio full house no pudo evitar intentar sacarle una propinilla a Elias, que foldeó sin más rodeos.

Raina sufrió una suerte similar un par de órbitas más tarde. El full house le cayó esta vez a los de Elias, que reventó los ases del reciente ganador del evento de 2.500$ NLHE de las WSOP del pasado junio.

Y hasta aquí llegaba toda la preparación previa de Petraglia para la FT. Los cuatro jugadores restantes tenían más de 50bb, ya no había shortstacks, así que se ponía en marcha el plan B: quitarse del camino de Darren Elias.

Fue un plan al que se adhirieron también el resto de sus rivales. Elias se hizo con el mando de las operaciones ganando un bote de casi 2.000.000 de puntos ante Panzica, y no dejó de atizar hasta llegar a los 5.000.000 de puntos, más de la mitad de las fichas en juego.

Entre las manos 54 y 64, ganó 10 botes de 11, y solo dejó algo de respiro a sus rivales cuando alguno de ellos empezó a quedarse sin movimientos y aparecieron los primeros all-ins preflop. Aún así, la mesa seguía inclinada hacia su silla, y la gravedad continuaba enviando fichas hacia su stack. La eliminación de Esposito parecía el finiquito al torneo, en una guerra de ciegas que abrió el cuarto clasificado con sin saber que le esperaban en manos del chipleader.

Pero a Elias le falló un factor clave sobre el que no tenía ningún control. La suerte.

Tuvo a Panzica prácticamente eliminado un par de veces. La primera, el aspirante a tricampeón se salvó con un color runner runner con cuatro diamentes en mesa, más tarde le reventó ligando poker con en :Kc::. Y luego, para más inri, Petraglia le ligó escalera con cuando iba completamente dominado por .

No hay ventaja que sobreviva a semejante ristra de bad beats, y Elias caía finalmente eliminado en un flip contra Panzica, siendo ya el shortstack de la mesa. Su cara era un verdadero poema.

El heads-up duró casi 100 manos. Panzica tomó una gran ventaja en una mano en la que sacó varias apuestas por valor a un color contra un trío de cincos, incluido un raise en river. Se puso 5 a 1, dejando a Petraglia con 14bb, pero este logró reponerse con un all-in preflop contra .

Petraglia montó una enorme remontada desde esa doblada, y por momentos avasalló a Panzica. Le llegó a ganar ocho botes seguidos, en una serie de 14 de 15, que dejó a Panzica con 10bb y contra las cuerdas. El primer all-in y call se resolvió en empate, entre ases mal acompañados, pero el segundo fue definitivo.

Antes de acabar con todas las fichas en el centro, los contendientes vieron el flop. , Panzica se lanzó al check-raise all-in con , pero Petraglia había flopeado aún mejor, con . Esta vez no hubo milagro para el defensor del título. Sigue en pie la maldición del WPT, que dice que ningún campeón ha sido capaz de repetir título en el mismo torneo en los 16 años de historia del circuito.