Hoy, gracias a la publicación del sitio italiano assopoker.com, y sobretodo, merced a las declaraciones de Patrik Antonius, hemos podido escudriñar algunos de los secretos mejor guardados de las partidas estratosféricas ya habituales de la capital asiática del juego: Macao.

Antonius habla de algunas de las reglas no escritas de estas partidas:

«Hay un montón de leyendas. No es cierto que si les ganas a uno de los clientes habituales de los casino, te prohiben la entrada en ellos. Nunca he oído algo ni parecido. Sí es verdad que no es bienvenida la presencia de jugadores que se sientan con un stack corto, y que se levantan rápidamente al doblarse. A los jugadores locales no les gusta dejar de jugar tras varias horas, aunque vayan perdiendo. Las sesiones normalmente son mínimo de 20 horas. Es importante cumplir estas reglas. Además, sólo suelen tolerar la presencia en una mesa de tres jugadores profesionales, como puedan ser Phil Ivey, Tom Dwan o Sam Trickett. La mesa suele quedar compuesta por un máximo de tres súper pros, cinco regulares locales y algún «fish». En contra de lo que algunos puedan pensar, el nivel de los jugadores no es precisamente bajo. Hasta los jugadores más débiles juegan bien, eso sí, hasta que empiezan a perder«.

Pese a esta percepción que el finés nos hace llegar, sí que es cierto que las cosas no le han ido nada mal. Según confiesa, «aunque en un día he llegar a palmar un millón de dólares, mi mayor logro fue ganar 4 millones en una sola sesión de 28 horas«. Esta partida a la que Antonius hace mención, se celebró en marzo de 2011, con ciegas 6.000/12.000$, y en la que también estaban presentes otros pros como es John Juanda y Tom Dwan. Pese a todo, Patrik se muestra profundamente respetuoso con el juego de la capital asiática:

«Habré jugado unas 360 horas en total. Debo confesar que las cartas me han ayudado a ganar. Pero no os hagáis ilusiones: el nivel es muy duro, y tengo un gran respeto por los jugadores locales«.

En parte, estas declaraciones salen al paso a las acusaciones y al bulo difundido por Rui «Pepperoni» Cao, en el que el jugador francés (también habitual de las partidas de Macao), aseguraba que a Antonius le prohibieron el acceso a los casinos porque su juego era excesivamente tight, lo cual disgustaba a los jugadores locales. Antonius desmintió radicalmente estas acusaciones en unas declaraciones a la revista PokerPlayer:

«Lo que dice es 100% falso. Cualquiera puede jugar allí. Cuando hay partidas importantes, con mucho dinero sobre la mesa, la lista de solicitudes es muy larga y no es fácil encontrar un asiento libre en una mesa adecuada. ¿Las palabras de Cao? Este tío es tonto. Está mosqueado conmigo porque le pelé, me donó 800.000$, sin más. Después de eso, se inventó esta historia sin pies ni cabeza, pero por mí puede decir lo que quiera. No tengo ni la más mínima intención de comenzar una discusión con él«.