Una de las historias más curiosas a las que han dado lugar las distintas regulaciones del poker en Europa es la de las corrientes migratorias de los jugadores noruegos.
Hasta hace bien poco tiempo, el poker presencial estaba prohibido en Noruega. Aún así, un grupo de irredentos vikingos decidió que sería una idea estupenda montar un campeonato nacional de poker.
Estos pioneros, entre los que estaba Johnny Lodden, se fueron a mediados de la década pasada a jugar a Nottingham, que repitió como sede del Campeonato Noruego durante varios años. Los pubs de la ciudad inglesa aún recuerdan el paso de los jugadores noruegos y la velocidad con la que vaciaban los barriles de cerveza.
El boca a boca es la mejor publicidad, aunque no la más inmediata. El número de inscritos al Campeonato Noruego fue en aumento, primero por decenas y luego por centenas. Se cambió Nottingham por Riga, y Riga por Dublín, donde se jugó hasta marzo de 2015 (en principio). A estas alturas, los viajeros superan con mucha amplitud los 1.000 jugadores. Muchos de ellos hacen coincidir sus vacaciones con el Campeonato, y viajan con la familia.
El poker en vivo en Noruega tiene mucho de acto social, y no todo lo que se busca en un torneo es una bolsa nutrida y una estructura favorable. Hasta un grinder online como Preben Stokkan «prebzzz» se ha dejado seducir por este acontecimiento, que en noviembre pasado se celebró por fin en Oslo, con 2.000 jugadores en el Main Event y la victoria del November Nine Felix Stephensen.
Stokkan, que el año pasado terminó tercero en el ranking online de PocketFives, habló con esta web de lo que significa el poker en vivo en Noruega.
Además del Campeonato Noruego, que por fin nos dejan celebrar en Oslo, no he jugado mucho más poker en vivo aquí. El Campeonato Noruego moló mucho,. Estaba muy feliz de poder sentarme con mis compatriotas noruegos y jugar al poker. El ambiente suele ser mejor que en el EPT y otros torneos internacionales. Todo el mundo se lo pasa en grande, jugando, charlando, bebiendo unas cervezas, etcétera.
El poker se ha hecho muy grande en Noruega. Había 1.500 noruegos viajando a Dublín todos los años. La comunidad noruega es asombrosa. Hay tanta gente agradable que es un placer jugar un torneo en vivo aquí en Oslo. Seguro que vuelvo este año.
Aunque en casa no se está como en ningún lado, en Dublín echan de menos las invasiones vikingas y están dispuestos a complementar la reunión de Oslo, que es a finales de otoño, con el acostumbrada festival de primavera. El CityWest Hotel de la capital irlandesa ha organizado este pasado marzo la usual cita anual para los jugadores venidos del frío, respetando el nombre de Campeonato Noruego y lcon torneos reservados a propietarios de un pasaporte del país escandinavo y unos números acordes a otros años -1.278 inscritosen el evento principal, se ve que el cariño es mutuo-.
Si es que al final es como el chiste del oso. «Túaquí realmente no vienes a jugar al poker, ¿verdad que no?».
