Mesa final de calidad en el WPT Rolling Thunder

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15/03/2017

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Si estás buscando un plan para el miércoles por la noche, el WPT Rolling Thunder ha diseñado una alineación especialmente atractiva para el streaming en directo de su mesa final.

El último de los torneos del California Swing siempre sufre un bajón de participación respecto a sus antecesores, el WPT LA Poker Classic y el WPT Bay 101, y a veces esa circunstancia despista sobre la calidad del field que es capaz de reunir.

Esta noche se van a reunir en la mesa final un campeón del WPT, que además es una leyenda en los sits online, y dos jugadores con más de 10.000.000$ en premios en su carrera. Y podía haber estado aún más cargadita. Ahora te contamos cómo.

Lo primero es lo primero, y los 57 jugadores que llegaron al día 3 no sabían aún siquiera si iban a cobrar. La extraordinaria estructura del WPT tiene estos efectos, que en un mismo día haya que pasar las dos burbujas, la del torneo y la de la mesa final.

La primera fue a la antigua usanza, con un mano a mano que duró casi cuatro órbitas y un jugador, Tom Riley, que estuvo obligado a ir all-in al poner las ciegas y los antes un par de veces, hasta que por fin Charlie Carrel terminó con su agonía -y con la del resto de los presentes-.

Al que peor le salió el negocio de la burbuja fue al chipleader del inciio de la jornada, Niall Farrell, uno de los grandes ausentes en la FT. El escocés, 15 º del GPI, tuvo un mal sorteo de mesa y le tocó que compartir mesa con el segundo y con el tercer clasificados, Chuck Nguyen y Alex Foxen, y ambos le ganaron botes importantes en el mano a mano. Farrell nunca se llegó a recuperar de estos golpes, aunque el montón de fichas que había ganado en el día 2 le ayudó a aguantar hasta el 19º puesto.

Otro jugador que sufrió especialmente por el hecho de tener que pelear por entrar en premios en el día 3 fue Lee Markholt, que vio frustado su intento de récord de cajas en los eventos principales del WPT, que se quedó en las actuales 25. Le sigue otro de los jugadores que podrían haber dado más brillo aún a la final, Mohsin Charania, eliminado en el puesto 22º en la que es su 23ª caja del circuito.

Si te parece que somos excesivamente puntillosos a la hora de buscar posibles candidatos a finalistas que se quedaron por el camino, y que buenos jugadores en premios los hay en todos los torneos y acaban siendo eliminados, vamos directamente a saltar hasta Ankush Mandavia, noveno del GPI, campeón de las WSOP y leyenda online con su nick «pistons87». Ankush sería un complemento ideal para la mesa final, pero acabó séptimo, el último eliminado antes de las luces.

Mandavia intentó un rerrobo muy habitual, con una parejita de y 11bb contra una apertura de botón. Sorel Mizzi le pagó con ::jh: :y afrontó el river con pouts extra. Si se volvía a doblar la mesa : ganaba, si caía el cuarto corazón también, pero el que apareció fue el proverbial «ace on the river».

Mizzi es uno de los dos jugadores con más de 10.000.000$ en ganancias a los que hacíamos referencia. El otro es Connor Drinan, que tiene el curioso honor de ser el último ganador estadounidense en el EPT Barcelona. En la última edición antes de la desaparición del circuito, Connor ganó el High Roller de 25.000€.

El jugador que busca su segundo título del WPT es Olivier Busquet, una de las megaestrellas del circuito, pero para eso antes debe conseguir abandonar el último lugar de la clasificación. Tampoco debe preocuparse especialmente de Mizzi o Drinan, pues el mayor escollo que se encontar´ra de principio es el enorme stack que está en manos de los jugadores más inexpertos, John Hadley y Mike DelVecchio.

Hadley lleva muy poco tiempo jugando, y nunca ha logrado una caja en un evento con una entrada superior a los 300$. DelVecchio sí que tiene algunos premios superiores a los 10.000$, aunque centra su actividad pokerística en la época de verano. Hace viajes anuales a Las Vegas desde 2012, y recorre las poker rooms del Strip jugando los festivales más económicos que surgen alrededor de las WSOP.

El último finalista es Steve Tabb, en este caso un pro de torneos, que se enfrenta a la mayor oportunidad de una carrera de casi una década dedicada a los circuitos locales, como el WSOPC.