Ahora mismo hay unas docenas de jugadores regulares del circuito de póker en vivo, quien sabe si algunas centenas incluso, haciendo cábalas para cuadrar la agenda de diciembre. Y eso sin contar a los que estarían dispuestos a cambiar de decisión si la molestia valiera la pena.
La culpa la tiene la competencia que se han decidido a acometer las WSOP y el World Poker Tour para apropiarse de la vacante y más que apetecible horquilla navideña.
Hasta el año pasado, diciembre era un mes para despedir de manera muy temprana en Los Ángeles, con el Five Diamond Classic o para callejear por el mercadillo navideño de Praga. Poquito más.
El World Poker Tour reclamó la época del año más alejada de las WSOP de Las Vegas con la reinvención del WPT World Championship en un movimiento que mucha gente en la industria reconoció como una genialidad.
Hasta ahora, el circuito del póker en vivo había funcionado con una regla no escrita que decía que, quién primero llega, se lo queda. A lo sumo, en caso de querer hacer coincidir fechar, se aunaban esfuerzos y se le facilitaba al jugador acudir a varios festivales, como la concentración del WPT y el EPT en Praga de la pasada década o la organización de torneos del WPT y otros circuitos locales en Las Vegas durante las WSOP. Hasta ahora.
Las World Series of Poker, en una maniobra sorpresiva, anunció este verano una nueva marca, las WSOP Paradise, a celebrar en las Bahamas en fechas muy similares a las del WPT WC, coincidiendo durante tres jornadas de competición.
Si cambias las reglas de juego y estableces una competencia, lógicamente, te interesa ganar en la comparación de cifras. La gente de marketing tiene la palabra, y ambas compañías están utilizando sus redes y salas asociadas para decantar la balanza de su lado.
Es un terreno inexplorado que abre vías novedosas para la fidelización. Las WSOP se han sacado de la manga el WSOP Paradise Parlay, una especie de reto y/o patrocinio para convencer a los jugadores regulares del circuito de que el coste del desplazamiento a Bahamas no es un factor a tener en cuenta en la decisión de dónde despedir el otoño.
Los jugadores que acrediten haber participado con éxito en ambos festivales de las WSOP, tanto en Las Vegas como en Bahamas, tendrán una recompensa extra en forma de generosas sumas de efectivo.
- 10 ITMs=5.000 $ *
- 3 mesas finales= 25.000 $ *
- 2 brazaletes=100.000 $ *
*Los torneos online no cuentan
Para acceder a esta gratificación, es obligatorio que la suma de objetivos esté compuesta por resultados obtenidos en Las Vegas y Bahamas, es decir. los jugadores necesitan que alguno de los resultados que sumen sea obtenido en las WSOP Paradise.
Por poner un ejemplo de los más beneficiados, David Williams está a un ITM de recibir 5.000 $ extra por jugar en Bahamas. Y si lo consigue llegando a mesa final, se llevará 25.000 $.
Had 9 live bracelet event cashes and 2 FT in those events this summer at WSOP. So one cash in Bahamas = 5k and one FT = 25k instead of the 5k? This correct! Wow if so. See ya there!
— David “All-time Old-School Legend” (@dwpoker) November 13, 2023
Es una generosísima- y carísima- oferta para todos los jugadores que jugaron a destajo durante el verano en Las Vegas, un target ideal para fortalecer tus cifras y dañar las de la competencia.
¿Qué otras nuevas formas de marketing nos encontraremos debido a esta ruptura de la tregua ancestral en el circuito del póker en vivo?
