En 2007 salía a la luz el fraude de las cuentas de â€superusuario†con las que se podían ver las cartas de los rivales en la sala Absolute Poker. Poco después, en enero de 2008, se destapa el mismo escándalo en Ultimate Bet, que compartía red con AB. Para los lectores que aún no había llegado al poker online en aquellas fechas les resumimos la historia.
En los foros de TwoPlusTwo comenzaron a aparecer usuarios denunciando que en sus datos de PokerTracker había jugadores con unas ganancias absolutamente anormales en esas salas. Analizando muchas de las manos en las que esos jugadores estaban involucrados se podía concluir que las decisiones de esos jugadores sólo podían estar motivadas por el hecho de que, de alguna manera, podían ver las cartas de los rivales.
El clamor popular prendió la mecha de la investigación y comenzaron a aparecer resultados sorprendentes que confirmaban la existencia de esas cuentas de â€supersusario†también en Ultimate Bet, con el jugador con nick NioNio como máximo sospechoso.
En los primeros informes de la KGC sobre el fraude en Ultimate Bet, publicados en septiembre de 2008, apareció el nombre de Russ Hamilton, ganador del Main Event WSOP® en 1994 y asociado a la sala como ejecutivo, como el máximo responsable de la estafa. Ahora, en el informe final que podéis leer en la web de la KGC, se explica al detalle el modus operandi de Hamilton y sus, por el momento desconocidos, compinches en la estafa. Algunos datos son escalofriantes.
El fraude en Ultimate Bet se produjo desde junio de 2003 a diciembre de 2007. El software con el que se podían ver las â€hole cards†estaba asociado a la cuenta con nick AuditMonster2 (otra cuenta con nombre AuditMonster1 tenía los mismos privilegios pero no hay evidencias de que fuera utilizada a estos efectos.).
La cuenta AuditMonster2 nunca se utilizó para jugar; su usuario se sentaba, miraba las hole cards y le pasaba la información al usuario de otra cuenta que jugaba en esa mesa.
Para no ser descubiertos, Hamilton y sus socios crearon hasta 23 cuentas, 117 usuarios y se supone que en el fraude estuvieron implicadas 31 personas, además de Hamilton, que permanecen en el anonimato. En el informe aparecen los nombres de usuario de todas esas cuentas.
Towkiro Enterprises, la empresa actualmente propietaria de Ultimate Bet, a pesar de que en el informe de la KGC se especifica que el fraude comenzó antes de la adquisición de la sala por parte de la compañía, se ha visto obligada a reembolsar 22 millones de dólares a los jugadores afectados y a pagar 1,5 millones de dólares a la KGC para sufragar los gastos de la investigación. Además, durante un año deberá proveer a la KGC de todos los archivos de funcionamiento de la sala que estarán sujetos a auditoría.
Del fraude de Ultimate Bet extraemos una nota positiva y es que fue descubierto, se devolvió el dinero a los afectados y la KGC sale reforzada como organismo regulador de las licencias de las empresas de poker online. Pero tampoco debemos olvidar que, dado las particularidades y las pantanosas aguas legales en las que se desenvuelve este negocio, Russ Hamilton y sus secuaces no han sido llevados delante de un tribunal que es el lugar que les correspondía.
A Russ el asunto le ha salido muy pero que muy barato. Si han devuelto 22 millones de dólares ¿os imagináis cuáles podrían ser las verdaderas cifras del fraude? Y sin devolver un céntimo probablemente.
Foto: Russ Hamilton