En Marzo de 2007, dos jugadores norteamericanos decidieron denunciar a Party Gaming y reclamar una indemnizacion de 5 millones de dólares por entender que no cumplía con parte de los derechos que se garantizaban a los jugadores al asegurar que se trabajaba de forma eficaz para evitar el juego en grupo «collusion» y otras prácticas que atentaban contra el juego limpio.
Rose Wong y Patrick Gibson acudieron a un juzgado de Ohio para demandar a PartyPoker después de demostrar que numerosos usuarios disponían de multiplicidad de cuentas y jugaban en equipo practicando «collusion». PartyPoker les aseguró que poseían sistemas muy eficientes que evitaban estas prácticas ilegales, por lo que Gibson y Wong denunciaron que esos medios eran del todo ineficientes y que afirmando eso se daba a entender a los usuarios que se registraban la sala que esas prácticas no se realizaban. Así que la demanda se basaba en denunciar el hecho de ofrecer información errónea en las condiciones de uso y la presentación de derechos y obligaciones de la sala.
El Tribunal de Ohio ha dado la razón a los dos usuarios, confirmando que son del todo insuficientes las medidas que presentaba la sala para defenderse de estas prácticas ilegales, pero se ha declarado incapaz de seguir con el proceso y ha remitido el caso al Tribunal de la Competencia de Gibraltar (sede desde donde opera PartyPoker) para tomar una decisión al respecto.
Partygaming podrá apelar a esta decisión, aunque se espera que el tema se salde con un acuerdo entre las dos partes ya que Gibraltar cuenta con un gran listado de sentencias similares favorables a las salas de juego.
