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Jeremy Ausmus: jugando en familia

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Para la mayorí­a de los mortales es muy complicado mantener un familia y un matrimonio saludable cuando tienes un trabajo de 9 a.m. a 5 p.m . Si ese trabajo es jugar al poker la cosa se complica todaví­a más.

Casi la totalidad de los jugadores profesionales hacen hincapié en la dificultad de su profesión, incluso sin familia. La presión del dinero, los innumerables viajes y un calendario muchas veces impredecible complica mucho la posibilidad de una relación estable. Sin embargo Jeremy Ausmus lo ha conseguido.

Jeremy pertenece a Ultimate Poker Pro y tiene unas ganancias de 3,5 millones de dólares en torneos a lo largo de su carrera, a parte de ser un ganador regular en partidas de cash de niveles medios/altos. Además, los que le conocen no dudan en definirlo como un atento marido y un excelente padre de dos hijos.

En 2005 se graduó en la Universidad de Colorado, donde también conoció a su futura mujer. Al año siguiente decidió mudarse a Las Vegas para continuar con su carrera pokerí­stica. Su novia todaví­a tardarí­a dos años en mudarse con él. El jugador reconoce que hubiera sido más complicado despegar si ella se hubiese ido con él desde el principio.

En 2009 decidieron casarse y se pasaron un año viajando a modo ‘luna de miel’ a la par que jugando torneos. Sin embargo, el gran cambio llegó en 2010, cuando nació su primer hijo. En ese momento se dio cuenta de que ya no podí­a viajar cuando y a donde quisiera.

La adaptación a su nueva realidad ha sido dura. Según sus propias palabras:Jugar un torneo 12 ó 14 horas al dí­a es más sencillo que quedarse en casa cuidando a tus hijos’.

Según Jeremy, el secreto para combinarlo todo es la creación de una rutina. En su caso: levantarse, desayunar, atender a sus hijos, almorzar, jugar de 4 a 6 horas, volver a casa, cena en familia y dormir. De esta forma consigue una máxima concentración en cada una de las cosas que hace, hecho que considera primordial.

Puede parecer difí­cil programarse tan bien, pero él y su esposa hacen uso de la tecnologí­a para conseguirlo. Aumentan su eficiencia confeccionando calendarios que comparten mediante sus dispositivos móviles con la finalidad de sincronizarse. Y no solo utilizan una agenda electrónica, sino que también usan monitores de bebé para estar pendientes de los pequeños cuando no están en casa.

Como se suele decir, detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, y este caso no es una excepción. La mujer de Jeremy, Adria, ya lo conoció como jugador de poker y comenta que siempre tuvo la impresión de que su novio era alguien responsable con su dinero y que nunca fue deshonesto con ella en cuanto a las malas o buenas rachas. Para ella, su marido trabaja en algo que le gusta y les proporciona una gran vida.

¿Y la varianza? Adria comprende a la perfección la naturaleza del juego y su parte negativa, pero nunca ha tenido miedo, ya que siempre han tenido un colchón lo suficientemente grande como para mantenerse. Ese colchón, sumado a la sinceridad de Jeremy a la hora de hablar de cómo le han ido las sesiones y a su excelente manejo del bankroll crean en Adria una confianza plena.

Para ella la mayor ventaja del trabajo de su marido es la flexibilidad y la mayor desventaja son los largos perí­odos de tiempo que a veces pasa sin él.

Por último, Jeremy Ausmus nos deja 5 consejos para los ‘papás’ y ‘mamás’ del poker:

  • Reconocer prioridades: familia y salud por delante de carrera en el poker.
  • Establecer y cumplir el calendario programado.
  • Comunicación perfecta entre los cónyuges a la hora de hablar de sus emociones.
  • Continua adaptación ante los cambios: matrimonio, 1º hijo, 2º hijo,….
  • Confianza y honestidad. Hablar con claridad acerca de las buenas y malas rachas.