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GGPoker arriesga con el fichaje de Dan Bilzerian

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GGPoker ha confirmado el fichaje de Dan Bilzerian como embajador plenipotenciario de la sala, como parte del nivel más alto de la jerarquí­a de su equipo oficial, los GGHeroes, como son ya Daniel Negreanu, Fedor Holz, ElkY o Felipe Ramos.

Vaya por delante que la vuelta de Dan Bilzerian a la actualidad no nos parece una buena noticia para el poker, por conocidas y sobradas razones. Bilzerian es de los muy pocos personajes del mundillo capaz de sacar de sus casillas al bueno de «kaveson», que, como todos hicimos en su dí­a, se animó a surfear la ola de la extravagancia con la que abrumó los foros y los medios especializados en el año 2013. La gracia duró lo que duró.

Se vendí­a a sí­ mismo como el invitado perfecto para las partidas privadas más excentricas de Estados Unidos: divertido, excesivo y hecho a sí­ mismo desde su primera bancarrota en su etapa universitaria. Siempre afirmó que su dinero provení­a de las mesas de poker, luego sabiamente invertido en Bolsa y criptomonedas.

Amasó rápidamente una enorme cantidad de seguidores. Su banderí­n de enganche era una cuenta de Instagram plagada de entradas muy explí­citas referentes al uso de armas, a su trabajo esporádico de actor, al lujo y al sexo.

Versiones contradictorias afirman que Bilzerian no es otra cosa que el heredero de un supuesto estafador que se hizo millonario manipulando acciones de diversas compañí­as, por las que fue condenado a pagar 62M$. Paul Bilzerian solo satisfizo 3M$. El resto del dinero, probablemente, se mantuvo oculto en paraí­sos fiscales, y sirvió para financiar el estilo de vida de su hijo.

En los últimos años, la atención mediática sobre Bilzerian se ha vuelto un reflejo de sus excesos, cubriendo únicamente sus problemas económicos, las acusaciones de fraude a su empresa Ignite o sus inclinaciones polí­ticas, afines a Donald Trump. Poker, muy poquito.

La etapa Bilzerian, la versión más desinhibida y sin complejos de la llamada vida «baller», parecí­a más que superada, pero GGPoker ha decido resucitar el personaje. No hay que ser un lince para darse cuenta de que el valor que GGPoker reconoce en Dan Bilzerian son los 32,5M de seguidores que ha alcanzado su cuenta de Instagram.

El espejismo sobre la búsqueda de un perfil amable del nuevo embajador o de una posible historia de redención ha durado menos de 12 horas desde el anuncio de su fichaje.

Bilzerian ha respondido a las crí­ticas de una streamer que se quejaba de que ver cómo, en su opinión, si GGPoker asocia su imagen a un «tipejo sórdido y sexista con seguidores tóxicos» lo que hace es validar la peor, la imagen más caduca y tópica del poker… y lo ha hecho utilizando el lenguaje más sórdido, sexista y tópico que se podrí­a imaginar.

El rostro más público de la sala, Daniel Negreanu, ha salido en defensa del fichaje «del mayor influencer del planeta» con el argumento de que Dan puede arrastrar a las mesas «al tipo de jugadores contra los que todos queremos jugar». Que cada cual considere si esa es la aportación que necesita la industria en estos momentos.