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Subastan la baraja que cambió el poker

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Una curiosa noticia acaba de sacudir el mundo del poker gracias a esa meca de la compraventa llamada eBay. Los coleccionistas están de enhorabuena. Podrán adquirir la baraja con la que Chris Moneymaker jugó la mano en la que se proclamó campeón de las World Series of Poker en 2003.

Se enfrentaba a Sam Farha en el heads up. El flop sj s5 c4 desató la tempestad y Farha y Moneymaker decidieron poner toda la carne en el asador con dt dj y s4 d5 respectivamente. El d8 en el turn y el h5 en el river completaron una secuencia que pasó a la historia.

El vendedor puso el precio de salida en 5.000$, pero de momento, nadie ha querido soltar la gallina. La puja estará abierta hasta el próximo sábado 13 de julio y raro será que nadie la compre. De hecho, al propio Moneymaker le quedarí­a muy bien enmarcada encima de la chimenea.

Así­ explicó el vendedor cómo consiguió la baraja:

«Yo estaba trabajando allí­ cuando sucedió todo en el Binion’s Horseshoe. Me dieron permiso para quedarme con la baraja, por lo que inmediatamente después de que Chris dejase de posar para las famosas fotos donde sostení­a los fajos de billetes, coloqué cuidadosamente todas las cartas de la mano final en la parte superior de la baraja, manteniendo el orden, junto a la carta de corte del crupier. Después las puse en su funda original junto al resto de cartas de la baraja sin usar».

Si no estás convencido de soltar 5.000$ por unos cuantos numeritos impresos en unas tarjetas de plástico, puede que la pasión del vendedor te haga cambiar de opinión.

«Vas a ser la única persona en el mundo que sabrá cuáles fueron las cartas quemadas y el orden del resto de la baraja. Tendrás las cartas de Chris para tocar, sentir, jugar una partida especial o simplemente para soñar con ellas. Podrás incluso sentir el aura, el peso de la Providencia, o lo que fuese que ese dí­a hizo que la suerte acompañase a la habilidad de Chris en el juego».

Personalmente no soy nada mitómano y este tipo de fetichismos me dan hasta grima. No puedo evitar pensar en el vendedor tocando, sintiendo y por qué no, frotándose con la baraja. Ya sé que tengo la mirada sucia, pero para mí­ que esa baraja está más desvirgada que Cicciolina.