Controlar el timing en un torneo es fundamental para llegar lejos en él. No obstante, no siempre es sencillo.

Veamos un ejemplo de los más tí­picos.

Imagina que le robamos 2 veces seguidas al mismo jugador, cuando está en la ciega grande. Justo antes de atacarle por tercera vez, presentimos que nos va a meter una 3B como una catedral gótica, y efectivamente, tras hacer una pre-flop raise, nos resube.

• Si lo has hecho con una mano fronteriza, que tienes que foldear ante una 3B, probablemente habrás cometido un fallo de «timing».
• Si lo has hecho con una premium, para pagar la 3B loose-agresiva del rival, entonces, te has aprovechado perfectamente del timing del spot.

Elegir bien los momentos de realizar movimientos de riesgo es muy importante en los torneos. No obstante, no siempre sale bien. Y si no, que se lo cuenten a Chun Lei Zhou, quien intentando aprovecharse del timing, se estampó contra una muralla más fuerte que la china.

La mano tuvo lugar en el Super High Roller del EPT de Montecarlo. Se estaba jugando el 5.º nivel del torneo, con ciegas a 1.200/2.400 puntos y ante de 300. Se formó un bote multiway en el que participaron el citado Zhou y el alemán Phillip Gruissem.

El jugador chino habí­a estado muy pasivo hasta ese momento. Con hizo call de farol en el flop . De nuevo pagó la apuesta de Gruissem en el turn . Y en el river, , tras pensar un minuto, ante la apuesta de 55.000 puntos del teutón, le metió all-in a unos 240.000 puntos, intentando representar color ligado en quinta.

Gruissem se quedó alucinado del movimiento de su oponente, ya que tení­a , es decir, escalera real. Le puso en un color menor, pero nunca llegó a pensar que pudiese tener aire fresco.

Pues sí­, el chino se jugó el all-in fresquito, fresquito, lanzando por los aires 100.000€ en uno de los faroles más raros de la historia del poker.