El dí­a comenzaba de forma atí­pica para lo que vení­a siendo habitual estos dí­as. A primera hora de la mañana, nos trasladábamos al set que la ESPN ha montado en el Hotel Majestic Barrií¨re, para retrasmitir todo lo que ocurriera en la II Ceasar’s Cup, la competición «simbólica» entre los equipos de América y Europa. Los integrantes que formaran ambos equipos, serí­an Phil Hellmuth Jr. (como capitán), Johnny Chan, Daniel Negreanu , Ben Lamb y Jason Mercier para los americanos, y Elky Grospellier (capitán), Maxim Lykov, Jake Cody, Gus Hansen y el controvertido Tony G para los europeos. Finalmente, el equipo americano se llevarí­a el gato al agua, igualando así­ el tanteo global de la competición.

Al medio transcurrir de la Ceasar’s Cup volví­amos a mudarnos de sala, para seguir lo que realmente era importante para nosotros: el Main Event. 25 eran los jugadores que reanudarí­an la acción en el dí­a de hoy. Entre ellos, destacaban las figuras de Patrik Antonius , John Duthie, Jake Cody, Chris Moorman y el mismo Tony G. Precisamente éste último era de los primeros en caer eliminados embolsándose así­ 37.000€ de premio. Los stacks más grandes hací­an uso del poder que le concedí­an las fichas, encadenando así­ varias eliminaciones seguidas. Pese a ello, uno de los que consiguiera esquivar más balas, fue el joven británico Jake Cody, quien llegó a poner en riesgo varias veces su continuidad en el torneo, saliendo siempre airoso de todas las complicaciones.

Uno de los botes más espectaculares del torneo hasta ese momento, lo protagonizarí­an el italiano Giuseppe Sammartino y el británico Max Silver. Ambos jugadores con stack profundos, se enzarzaron en una batalla en la que ninguno supo ondear la bandera blanca. Sammartino decidí­a así­ que ese era el spot que le catapultarí­a hasta el liderato, pagando un push de Silver de 60 ciegas con AK, mientras el británico presentaba par de doses. Las comunitarias, lejos de ayudar al jugador transalpino, lo que hací­an era relegarle a la 17ª posición, quedando así­ eliminado.

A partir de este momento, y quedando ya sólo 16 jugadores, la organización movió a éstos al set de la ESPN que ya habí­a quedado vací­o tras la Ceasar’s Cup. Jugarí­an aquí­ las horas que fueran necesarias hasta que quedaran 8 jugadores.

Y en honor a la verdad, hay que decir que eso no tardó excesivamente en llegar. Los jugadores empezaron con prudencia, pero poco a poco, unos con mayor fortuna que otros, fueron poniendo en riesgo sus fichas, y por ende, su participación.

Es a partir de este momento, en el que nos gustarí­a destacar dos manos por encima de todas las demás –que han sido muchas-.

La primera de ellas, tiene como protagonistas al ucraniano Alexander Dovzchenko, al francés Arnaud Mattern y al estadounidense Elio Fox. La mano la abre el francés en posiciones tempranas, y cuando le toca hablar a Alexander, recibe AK y empuja su corto stack al centro de la mesa. El siguiente en hablar, serí­a Elio Fox (entonces chip leader) de la mesa, que recibiendo pareja de dieces, anuncia all in, con intención de aislarse. Lo que ambos no saben, es que lo de Mattern no era un movimiento con ánimo de robo. Mattern muestra como documentación AA. Desgraciadamente, esto no siempre relevante, pues un 10 en el flop, complicaba mucho la continuidad de ambos jugadores. Efectivamente, no llegó el milagro en las dos cartas restantes, y Fox se colocaba super chip leader, mientras los dos jugadores caí­an eliminados en 11ª y 10ª posiciones respectivamente.

Llegados a este punto, debemos contar la otra mano destacada del dí­a. Los protagonistas eran el jugador de Lock Poker Chris Moorman y el finlandés Patrik Antonius . Moorman habí­a tenido un dí­a bastante complicado, llegando a convertir sus 2.2millones de fichas con los que empezaba, en algo menos de un millón. En este momento, recibió una mano para abrir en posición de botón, y Antonius en ciega grande, una vez más decide resubir. En este momento, debido al historial previo entre ambos, y a la lectura que Moorman hace, decide empujar sus fichas, para recibir el «call» instantáneo del rival. Moorman muestra A7o contra el AQo de Antonius. Mal timming para el británico, pero como decí­amos antes, hasta que las comunitarias no salen, no está todo dicho. El flop cae emparejado, en forma de 6-6-8. La siguiente carta, el turn, sonrí­a a Moorman en forma de 8, lo que le permite partir el bote, y salvar así­ el cuello. Pero aún no está todo dicho, pues un 7 en quinta, no sólo le da medio bote al joven británico, sino que se lo concede por completo, dejando así­ a Patrik al borde de la catástrofe. Una vez llegados aquí­, la siguiente mano es meramente anecdótica, pues Antonius empuja su siguiente mano, que es A10 por 80.000 puntos, con la mala fortuna de que Moorman (su bestia negra) recibe AA. De este modo, la super estrella mundial, Patrik Antonius quedaba eliminado en 9ª posición, y se llevaba a casa el dudoso honor de ser el hombre burbuja de mesa final.

Así­ pues, los ocho jugadores que mañana disputarán la batalla por el brazalete y sus stacks, son los siguientes:

A partir de las 14:00h de mañana, se reanudará la acción. Las ciegas serán 15.000 / 30.000 con ante de 5.000. La media está ahora mismo en 2.220.000 puntos.

Desde nuestro seguimiento en directo, os traeremos toda la información minuto a minuto para que no os perdáis ni un detalle de esta mesa final, que se nos antoja trepidante. Veremos quién se lleva el brazalete, y el primer premio de nada más y nada menos que 1.400.000€.

Para ir haciendo boca, os dejamos una breve entrevista que Chris Moorman nos concedió al acabar el dí­a de hoy.