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De vuelos. Las crónicas de Vegas I

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Como os podéis imaginar el dí­a está siendo bastante peñazo. Nos queda menos de una hora de vuelo y tenemos unas ganas locas de llegar. Miedo nos da el sentir la bofetada de calor nada más poner pie en tierra, pero es lo que hay. En la escala de Miami también hací­a calorcito.

Contajansen ha hecho de chófer y de mi anfitrión, ya que Pac8 no se vino a mi hotel y al ofrecerme su casa el madrileño me ha parecido una mejor opción, así­ vamos directos al aeropuerto. Recogemos a Tizona y llegamos a Barajas con el tiempo justo para que Contaja coja su vuelo a Almerí­a.

Primer problemilla: mi maleta pasa de los 23 kilos, sólo por dos. La chata de AA se apiada de nosotros y nos deja pasar sin pagar el recargo. No quiero ni pensar lo que puede pasar a la vuelta. En principio tengo pensado comprar una bolsa de las que no ocupan espacio.

El primer good beat nos lo llevamos al subir al avión y descubrir que nos habí­an puesto en la primera fila ante la pantalla, por lo que podemos estirar las piernas como si estuviéramos en primera clase. Parece que le caí­mos bien a la chica del checkin. Casi hacemos la primera caja del viaje. En el aterrizaje, un poco brusco, se descuelga parte de la carcasa que protege al proyector. Está situado una fila por detrás de nosotros, si llega a caer del todo le sacamos a AA una indemnización del carajo.

En Miami tenemos dos horas escasas y la sensación de que nos vamos a quedar en tierra esperando un próximo vuelo. Las colas en inmigración son larguí­simas. Es increí­ble que en USA esté tan mal organizado esto, parece que estemos en África. Nos damos cuenta de que hay unas colas más cortas un poco escondidas en una esquina. Gracias a esta circunstancia pasamos bien de tiempo.

Salimos del aeropuerto a fumarnos un cigarro y se nos quitan las ganas al comprobar como pega el calor en Miami. Se trata, como en Alicante, de un calor húmedo que hace que se te quede la ropa pegada. En esta acera no dejan fumar, alucina. Habí­a que cruzar a donde pegaba todo el soletón y, aunque Álvaro estaba dispuesto, volvemos a entrar porque, además, tampoco vamos muy allá de tiempo.

En este vuelo nos han puesto a cada uno en una punta, así­ que no nos hemos tenido que aguantar. Tenemos 20 dí­as para darnos la brasa. Al escribir esto de los 20 dí­as me doy cuenta de que mi mujer es una santa, siempre y cuando no haya cambiado ya las cerraduras, claro.

La peor parte se la ha llevado Pac8, le ha tocado el asiento de en medio y a la derecha tiene a una señora obesa. Tizona está en ventanilla y yo en pasillo. Esto empieza a descender y a menearse. En el Hotel liquido la historia del primer dí­a.

El cuerpo nos pide ir a la piscina del hotel, pero nos toca en el checkin la tí­a más negada de todo el grupo Harrah’s, con lo que nuestros planes se van al carajo (con mierda y ajo, claro). Perreamos un poco en la habitación y nos vamos al Caesar’s, ya que Quinti está por allí­ liándola.

Efectivamente, llegamos al Caesar’s y está Quinti en mesa final. Le acompañan Ernesto Grishuck, Pike, May Maceiras y Tule, éste último jugando otro torneo. Menuda negociación «hicimos» cuando pactaron los tres últimos. Quinti no tení­a fichas ni para comprar el periódico. Pero les vendió la burra, gracias a Grishuck, de que tení­a la posición del botón dos manos seguidas. Los premios eran 4.500, 2.800 y 1.800. El tí­o les sacó 2.500 acompañado del espectáculo que siempre genera el Quinti.

Nos alegramos muchí­simo por él, porque es un tí­o que merece la pena. Nos fuimos a cenar todos menos Tule, que todaví­a seguí­a peleando en su torneo. Al volver se habí­a triplicado gracias a unos AA que limpeó y se enfrentó a JJ y TT. Pretendí­amos tomarnos una copa y tirar para la cama, pero como algunos parecí­an mendigos no nos dejaron entrar en el Shadow.

Acaban de llegar de España los hermanos Ubierna, el flacokanu y Margiro. Contactan con May y quedan en ducharse y bajar a tomar algo. Pies para que os quiero. Pac8, Tizona y yo no estamos para mucha fiesta. Preferimos retirarnos a tiempo, nos quedan muchos dí­as para hacer el cafre. Ya iremos viendo a los españolitos con tranquilidad. El primer contacto ha sido bueno.

Cuando se levanten los señores nos iremos al Rí­o a recoger las acreditaciones de prensa y mis 10.000 pavos. Imagino que os podré subir las primeras fotos curiosas. Además, May juega un triple chance e iremos a animarla. También le preguntaremos por cómo acabó Tule anoche, que lo dejamos con 150k y la media en 111k.

Primer disgusto, entre los 25 kilos de maleta no aparecen ni el torito ni la gitana. Al meter y sacar cosas haciendo la maleta se quedarí­an en casa. Lo mismo se fueron andandito y se colocaron encima de la tele. No querí­an volver a pasar por el infierno que supone un viaje de 10.000 km. rodeados de gayumbos.

Aquí­ son las 7 de la mañanita. Acabo de hablar por msn con Jorge Mena y me dice que juega el Main si se clasifica otra vez. Hoy hay otro satélite de 500 $ y pretende pagármelo para tener más posibilidades. Tiene un montón de pasta en tickets para torneos y necesita convertirlos en billetes. Ya veremos si Tizona o Pac8 se animan.

Habitací­on 25162, Hotel Flamingo, Las Vegas (Nevada). 28 de junio 2009.

patrocina la aventura de Periquillo en Las Vegas 2009