Este verano ha sido uno de los peores en la vida de Gus Hansen.
Hansen estuvo estudiando y practicando una nueva estrategia, para mejorar su juego, antes de las World Series of Poker® que lo haría mejor jugador de lo que ya es. Por este motivo, no jugó todo lo que está acostumbrado. Online estuvo más de seis semanas sin tocar un ratón y en vivo se volvió más selectivo a la hora de con quien y que modalidad jugar.
Para intentarlo tenía el apoyo de su amigo Martin Schaltz, el cual, hizo de monitor de gimnasio para que no se saliera de la rutina. Gus a pesar de estar acostumbrado a trabajar solo, se adaptó perfectamente a su compañero y la cooperación funcionó a las mil maravillas.
En lo relativo a las WSOP, participó en muy pocos eventos y sin grandes resultados.
Justo antes de empezar el Main Event, Hansen tuvo que abandonar Las Vegas y volar a Dinamarca perdiéndoselo por primera vez en muchos años. El motivo era mucho más importante que un torneo de poker, su madre se estaba muriendo y como dice Gus «Hay cosas en la vida mucho más importantes que jugar un torneo de poker«.
Hansen pasó unos momentos buenos de muchísimas sonrisas con su familia antes de que llegara el triste momento de dar el último adiós a su madre.
La ceremonia tuvo lugar en la Catedral de San Esteban de Ní¸rrebro y a pesar de no ser un hombre religioso Gus comentó que fue muy bonita y el Pastor Wendy Østrem la encabezó maravillosamente.
Ahora está disfrutando de unas merecidas vacaciones con la familia y con otros jugadores de poker daneses en Italia. Desde allí jugó su primera sesión online y parece que su trabajo y esfuerzo tuvieron recompensa.
Seguramente no pase mucho tiempo hasta que lo volvamos a ver jugando en las mesas de Full Tilt Poker con otros grandísimos profesionales.
