Las nuevas inclusiones en el Women in Poker Hall of Fame (WPHOF) serán finalmente cuatro. Los responsables quieren recuperar el tiempo perdido durante la pandemia y poner al día la lista de mujeres pertenecientes al club más exclusivo de la industria añadiendo de golpe casi una quinta parte de su nómina.

Más de la mitad de las nominadas han obtenido el apoyo a su candidatura. El jurado ha descartado las nominaciones de Kara Scott, Liv Boeree y Kristen Bicknell, para decantarse por un lista que incluye tres jugadoras, de las que solo una está en activo, y una representante de la industria.

Vanessa Selbst

Aparte de la asombrosa facilidad con la que se le encuentran parecidos -jonnyCTT, Doug Polk, Manel Fuentes… ¡Lewandowsky!-, característica que el ha reportado periódicas menciones en los foros a pesar de su retirada en 2018; Selbst ha sido una fuerza dominante del circuito desde el primer brazalete de las WSOP que ganó en 2008.

Esto supone una década de presencia constante entre los mejores jugadores de torneos en vivo, sin distinción de género, y una enorme proyección favorecida por su fichaje por Pokerstars y por lo espectacular de su juego, que consistía en someter a los stacks que más tenían que perder a una presión constante que le llevaba a protagonizar espectaculares batallas preflop, sonoras debacles e igualmente llamativos triunfos, como dos nuevos brazaletes, dos paradas del NAPT y una final del Partouche Poker Tour, hasta un total de 86 cajas por valor de 11,9M$.

Jennifer Tilly

También controvertida, pero por diferentes motivos que en el caso de Vanessa. De Tilly no se discutía la solidez o no de su violenta estrategia, sino su capacidad más básica para jugar al póker.

Tilly fue víctima de la voracidad de los programas de televisión producidos por las salas que pugnaban por adquirir clientela durante la edad de oro del póker online. Se presentó en el cerrado círculo de los High Rollers como pareja de Phil Laak y ganadora del WSOP Ladies Event cuando estaba en la cúspide de su carrera como actriz, y enseguida le llovieron ofertas para jugar en mesas en las que era pasto de tiburones como Doyle Brunson, Phi Ivey, Patrik Antonius o Daniel Negreanu.

De aquella era, a Tilly le quedó el estigma de unos vídeos que la dejaban en evidencia, pero también una experiencia y un aprendizaje que le han permitido continuar una carrera cada vez más alejada de los platós y cercana a los fieltros. Una de las mejores embajadoras de nuestro juego, sin duda.

Angelica Hael

La Vice Presidenta de Global Tour Management en el World Poker Tour lleva más de una década en la empresa y es la encargada de supervisar la organización de todos los festivales relacionados con la marca del decano del circuito.

Empezó como croupier del Crown Casino, pero le surgió la oportunidad de enrolarse en su primer trabajo en gestión de eventos después de actuar como enlace entre el casino australiano y el sponsor de los Aussie Millions.

Fue candidata recurrente a la categoría de Persona más importante de la Industria en los Global Poker Awards hasta que lo ganó en 2019, y el WPHOF resalta que siempre ha estado dispuesta a incorporar iniciativas para una mayor adopción del póker entre el público femenino en cada proyecto iniciado por el WPT.

Terry King

Es considerada una pionera del póker femenino. Llegó a Las Vegas en 1972, recién salida del instituto, y no tardó en empezar a jugar. En 1978 ganó el torneo de Stud para mujeres del las WSOP, precursor del Ladies Event, y el siguiente verano Chip Reese le pidió que fuera su pareja en un evento mixto y luego le dio trabajo abriendo partidas en el Dunes, la poker room que regentaba Chip por aquel entonces.

Los dos acabaron compartiendo relación durante cinco años, en los que Terry compartió mesa y mantel con Doyle Brunson o Stu Ungar. Llegaron a prometerse, pero después de una separación amistosa, Terry empezó a trabajar en el Bycicle, y luego ayudó a abrir el Hollywood Park Casino. Lo ha sido todo en las mesas y en la industria, y Doyle llegó a solicitar su inclusión en el Poker Hall of Fame.