La historia del poker y de la comunicación no verbal han ido de la mano desde el principio de los tiempos. Hay mucha leyenda en torno a los tells y a todos los gestos que hacen los jugadores cuando están envueltos en una mano. Normalmente, se daba prioridad a la gestualidad facial, pero el psicólogo Michael Slepian de la Universidad de Stanford acaba de realizar un estudio que echa por tierra esa teoría.
Slepian reunió a 78 estudiantes, a los que enseñó vídeos de jugadores implicados en alguna acción durante las World Series of Poker de 2009. Los vídeos duraban 1,6 segundos y en algunos de ellos se veía sólo la cara del jugador, en otros sólo las manos y en otros se les veía de cuerpo entero.
Los estudiantes tenían que evaluar la fuerza de la mano en función de los tells que observaban en los jugadores y sorprendente, la correlación entre las cartas y la impresión que se llevaban los encuestados era mayor en el caso de los vídeos en los que sólo se veían las manos.
Los tells faciales resultaron ser menos fiables y en un segundo experimento se reunió a otros 40 voluntarios para que calificaran el nivel de confianza o de suavidad con el que los jugadores ejecutaban sus movimientos cuando hacían las apuestas. De nuevo hubo sorpresa y fueron los movimientos suaves y pausados los que escondían las jugadas más fuertes.
A ver quién se aclara. Las lecturas son importantísimas en el poker, pero afortunadamente, las secuencias de apuestas y el valor de las mismas aporta más información que los tells. Todo suma, pero atrás quedaron los tiempos en los que se cazaban faroles a diestro y siniestro por las muecas del jugador de turno.
Las gafas ya no se estilan y los ojos tampoco esconden tanta información. Más vale mirar a las manos y posturas corporales que al rostro, pero sin duda, lo más importante son las apuestas. O no. Habrá que ponerlo en práctica estos días.