Inicio Frikadas Una demanda de 10M$ otorga la seriedad merecida al caso del supuesto...

Una demanda de 10M$ otorga la seriedad merecida al caso del supuesto tramposo Mike Postle

549

El multiverso del poker en las redes sociales y los foros de Internet parece haberse colapsado en una única realidad en la que todo se reduce a opinar sobre el llamado escándalo de Mike Postle.

El tema de moda en todas las rotativas trata de un jugador francamente desconocido, habitual en un streaming que poca gente seguí­a en vivo y apenas superaba las 2.000 visualizaciones en Youtube en sus mejores dí­as, grabado en una poker room californiana llamada Stones Gambling Hall que nadie que conozcamos del circuito ha pisado en su vida. Sin embargo, ha hecho correr más rí­os de tinta que cualquier High Roller o festival internacional.

Toda la importancia del caso radica en que esta es la primera vez que hay claras sospechas de que se hayan hecho trampas con el sistema RFID de identificación de cartas en vivo y en directo, ante una audiencia. Bueno, eso, y la inaudita cantidad de horas de contenido que están dispuesto a sacar de esto creadores con tanto seguimeinto como Doug Polk y Joey Ingram, que lo han convertido en el tema estrella de sus canales.

La posibilidad de que un jugador haya contado con la colaboración de algún miembro de la dirección de una poker room para hacer trampas con el sistema que permite que veamos las hole cards de un jugador durante una retransmisión en directo es graví­simo. Genera un terremoto que hace temblar los cimientos del principal escaparate que tiene el poker en la actualidad para llegar al público generalista. Los efectos son devastadores, Cadenas como ESPN está abriendo informativos hablando de nuevo dle sórdido mundo de las trampas en el poker.

En términos cuantitativos, las cifras también son graví­simas. las partidas del Stones Cash Game Live rara vez suben más allá de los 5$ de ciega grande, y aún así­ Postle ha ganado más de 300.000$ en las sesiones grabadas en el último año. El ratio de ganancias es de 1.000bb/100. El descaro es insultante, como la avaricia que muestra, pues continuamente toma lí­neas que solo adquieren sentido si se saben las cartas en juego.

Los paralelismos con el caso de «POTRIPPER», el superusuario de Absolute Poker, son cualquier cosa menos sorprendentes. El ego o la insensatez le impiden renunciar a botes claramente perdidos, y los ejemplos de manos jugadas de manera ilógica con el mejor resultado para sus intereses se producí­an con frecuencia diaria. Este ví­deo de «blunderhunter» contiene algunos de ellos.

La gravedad del asunto no se puede desestimar tan fácilmente, pues implica la colaboración de algún miembro de la organización de la partida o de la propia poker room. Por supuesto, nadie sabe cómo se han hecho las trampas, pero la gente que ha repasado las sesiones opina que es bastante evidente que se ha utilizado alguna aplicación de mensajerí­a móvil. Es todo tan casposo que el inicio de la milagrosa racha de Postle coincide con la adquisición de la extraña costumbre de situar el móvil en su regazo durante las partidas. El dios del poker en vivo, cuando se ve en el trance de afrontar una decision complicada, en vez de mirarte a los ojos para leerte el alma, prefiere mirarse el paquete.

El circo mediático que se ha gestado alrededor de los ví­deos de Postle no colabora a tratar de manera seria y rigurosa esta crisis para el poker. En esta recopilación de contenido sobre el tema que ha recogido Pokernews hay horas y más horas de parodias, comedia y discusión sobre las trampas en el Stones. Tómate la libertad de dedicarle varios dí­as de tu vida a su visionado.

En última instancia, todas estas horas de discusión e investigación no han permitido establecer ya no solo la responsabilidad, sino siquiera la existencia real de un delito.

El más reciente desarrollo de interés en el caso puede poner las bases para un tratamiento mucho más serio y profesional de la grave estafa que se sospecha que se ha llevado a cabo en esta partida, un fraude de varios cientos de miles de dólares. Los rivales de Postle no le ven la gracia al tema, ni se muestran conformes con la prudencia con la que se absuelve de inicio a cualquiera que no sea Postle, y tampoco sus abogados.

Mac VerStandig, jugador de poker, abogado y columnista de Pokernews sobre temas legales, se ha erigido en representante legal de un grupo de 25 afectados que ha ejercido su derecho de poner una demanda para solicitar la repareación de daños y perjuicios provocados por la supuesta estafa. En la exposición inicial, podemos hallar el primer listado oficial de colaboradores necesarios, por acción u omisión, para un engaño de este calibre, «el mayor escándalo de trampas conocido en la historia del poker televisado«.

  • Mike Postle.
  • Stones Gambling Hall.
  • El director de torneos del Stones Jason Kuraitis.
  • Un número indeterminado de cómplices que deben ser identificados durant ela instrucción del caso.

Estos acusados se enfrentan a una demanda civil que cifra los daños y perjucios causados por meses y meses de engaños y quebranto económico en 10.000.000$, que serí­an repartidos entre los demandantes en función del tiempo de televisión compartido con el acusado Mike Postle.

Los delitos imputados son nueve: Crimen organizado, libelo, enriquecimiento injusto y diversas figuras dlictivas que giran en torneo a la neglicencia del establecimiento y al concepto de fraude.

El texto de la demanda implica la colaboración de un miembro del equipo técnico encargado de la retransmisión, y denota que el abuso de la información es mucho más grave aún de lo que parece. Las pocas sesiones perdedoras de Postle no son fruto de la inteligencia o del disimulo.

«Aunque hay un puñado de sesiones de Stones Live Poker en las que el Sr. Postle no gana dinero, en las cuales juega de manera subóptima, los demandantes tienen información y el convencimiento de que esas sesiones se corresponden a la ausencia de su supuesto colaborador principal, Desconocido #1, y añaden además que la presencia de Postle en las partidas se volví­a mucho más escasa cuando la persona que los acusados creen que es Desconocido #1 se encontraba desplazada fuera del área de Sacramento«.

El cómplice de Postle se ocupó además de desmentir en la medida de lo posible las sospechas de juego sucio que, inevitablemente, fueron surgiendo entre los participantes de la partida durante el año largo que duraron sus actividades fraudulentas.

Una demanda civil en un juzgado de California se puede ganar sin tener pruebas concretas de la verdad de los hechos. Basta con aportar laspruebas circunstanciales necesarias para que el juez te dé la razón.

Por tanto, quizá nunca se llegue a demostrar al 100% que Postle hizo trampas con la ayuda del equipo de grabación y gracias a la negligencia de los responsables del casino. Ahora, igual lo tienen que pagar como si lo fuera.

Artículo anteriorLa Roja aprovecha un día lento en PS.com con Bernat Calvet de estrella
Artículo siguienteDONK&TONG gana el HighRoller del jueves en una dominadora Winamax