Esta mañana nos hemos encontrado un artículo en PokerListings que ha llamado poderosamente nuestra atención.
En él, el periodista Ken Lennaárd, describe cómo son los jugadores españoles en las mesas de poker. Lo hace de forma irónica, aunque destaca muchos tópicos con los que nosotros en absoluto estamos de acuerdo.
Traducimos íntegro el texto:
NO HAY PALABRA PARA LA POSICIÓN ENTRE EL BOTÓN Y LA SMALL BLIND
Una de las cosas buenas de jugar al poker es que puedes ver mundo. Si quieres, claro está, ya que la mayoría de jugadores no quieren, pero eso no es culpa del poker. Otra cosa buena es que conoces a la gente realmente rápido en una mesa de poker en lo que se refiere a normas, valores y estándares… y así a cada país.
Las lecciones son la gran recompensa
Lo mejor del poker, para mí, es la inigualable experiencia de aprendizaje sobre la gente, incluyéndome a mí mismo. Rara vez es agradable y sigo incluyéndome a mí. La recompensa económica está bien, pero las lecciones son el premio gordo.
Hay dos clases de gente que destacan. Los suecos son algo especial y también lo son los españoles.
He pasado bastante tiempo en la parte más al sur de Europa durante los últimos cuatro años. La Costa del Sol tiene el mejor clima de Europa… y probablemente la gente más vaga también. Puede que haya una correlación en esto.
La partida de cash del Casino de Marbella empieza a las 10 de la noche y dura hasta las 4 de la mañana. Es absolutamente matador cuando tienes un niño de dos años en casa, especialmente puesto que yo no me echo una siesta de dos horas y media cada tarde como hacen mis oponentes.
He jugado ahí lo suficiente para entender algo de la mentalidad española. Dicho brevemente, España aún está atrapada por su pasado fascista. En mi experiencia, puedo asegurar que nunca muestran debilidad, son vengativos y no se equivocan nunca. Y cuando digo nunca, de verdad digo nunca. Eso incluye a los jefes de sala y crupieres. Te deseo buena suerte si vas a intentar implementar nuevas ideas. Todos los foráneos lo intentan, consiguiendo únicamente terminar tildados ellos mismos.
Buena suerte ganando en una decisión contra un español, también.
Los españoles tienen la mentalidad adecuada para convertirse en grandes jugadores de torneos… si son capaces de adoptar algunos conceptos del resto del mundo.
Desafortunadamente, esto podría confirmarse como un imposible. En Madrid reparten las cartas en sentido contrario, el único lugar del mundo en hacerlo así. No esperes que cambien eso en ningún momento próximo.
Las putas suecas
En Marbella tienen al típico cerdo español. Es un regular que está ahí cada noche. Siempre se sienta en el puesto 10, incluso aunque se sorteen los asientos cada noche. Imagina esas odds. Viste desaliñado, va sin afeitar y tiene esa tripa que no para de crecer, pero son sus modales lo que me han hecho apodarle «el cerdo español».
Está constantemente intentando poner a todo el mundo tilt. Siempre picando, siempre riéndose a carcajadas cuando alguien sufre un bad beat y haciendo slow roll a la mínima oportunidad. Lo hace tres veces por noche de media.
No he estado en el Casino de Marbella desde primeros de noviembre. La partida se ha muerto y lo que fue 5-10 lleva siendo 2-5 durante meses.
Eso es lo que pasa cuando te llevas un rake del 5% con un cap de 30€. En 2-5 es igualmente enorme con un cap de 20€, especialmente cuando se está short handed.
Los dos pros suecos (llamados «las putas suecas» por el cerdo español) que habitan en el zoo me dijeron que no ha habido valor [en la partida] durante todo el invierno y que hay una atmósfera realmente mala.
Ian, el regular inglés, me dijo que estuvo a punto de tener una pelea el jueves pasado. Es lo que pasa normalmente cuando el río se seca y los cocodrilos no tienen nada que comer excepto los unos a los otros. Una buena señal en lo que se refiere a su criterio
La partida se paró cuando dos regulares se levantaron y empezaron a gritarse el uno al otro durante 10 minutos con las manos en alto. Todos los managers se pasaron a mirar. La seguridad también vino a mirar. Incluso el jefe del casino vino a ver qué era el revuelo. Dado que no era culpa del casino, que nunca lo es por defecto, no quisieron interferir. Así que no lo hicieron.
Al día siguiente la partida, cuando me pasé, no tenía buena pinta para empezar, pero después se sentó un hombre mayor. Tenía una camisa color verde vómito brillante y unos pantalones a juego. Era una buena señal en lo que se refiere a sus habilidades para juzgar cosas. Eso normalmente se extrapola al poker. Tenía esa clase de ojos que en cierto modo están ahí flotando, ya sabes, sin estar realmente integrados en su cabeza.
Dijo «merci» cuando recibió sus fichas, algo que prometía, pero después me enteré de que era alemán. Instaposteó fichas, preparado para la acción. No creo que le importase. El problema era que estaba entre la ciega pequeña y el botón, así que no recibió cartas.
Yo subí a 220€ desde posiciones medias. íl pagó.
Pensé que podría ser un bote interesante. La ciega grande también pagó, pero entonces alguien arruinó la fiesta diciéndole al crupier que el alemán no tenía cartas.
(Entonces me di cuenta de que no hay una palabra para esa posición. ¿Cómo deberíamos llamar a la posición entre el botón y la ciega pequeña? ¿Botón +1, sb -1 o, simplemente estúpido? En realidad no sabía que esa posición existiera hasta ese momento).
Yo estaba mosqueado, pero el alemán lo estaba aún más. No ayudó que le devolvieran sus 20€; él quería jugar. Yo sugerí que le dieran dos cartas aleatorias de la baraja, pero a él fue el único al que le gustó la idea. Tenía un rango pre-flop del 100% desde todas las posiciones pero, tristemente, la mayor parte del tiempo estaba fuera, concretamente en la mesa de la ruleta.
En España pagas las ciegas incluso aunque no estés en la mesa. No creo que él lo supiera y tampoco creo que le importase.
IMPORTANTE: ísta es una traducción íntegra del primer texto escrito por Ken Lennaárd en PokerListings, un texto que hemos podido comprobar que han editado sobre el artículo original.
