Ayer se disputó el Día 2 del 10.300€ High Roller del PokerStars EPT12 Praga.
162 jugadores (los 152 supervivientes de la jornada inicial más 10 que aprovecharon el registro tardío) se personaron en la poker room del Hilton Hotel de la capital checa para disputar una nueva sesión de este gran torneo, que entregará al ganador un premio de 595.400€.
Las esperanzas españolas se centraban en Tom Bedell y Adrián Mateos.
La jornada comenzó en el nivel 11. Durante el nivel 12, con 120 jugadores aún «vivos», la dirección del torneo anunció que el field definitivo había sido de 315 entradas y que los 3.150.000€ recaudados iban a permitir la dotación de 47 premios.
Adrián busteó en el 3.º nivel de día en una mano en la que tras pagar desde la ciega grande con 
una subida de Stipo Vladic realizada desde el UTG, flopeó doble pareja (
). «Amadi» metió todas su fichas en el flop y el croata le pagó con 
. El turn machacó al madrileño, 
, haciendo intrascendente el river, 
.
Tom quedó eliminado poco después, en el nivel 14, también «out of the money«.
La burbuja de premios explotó en el nivel 17. El checo Pavel Pinar fue el bubble boy del torneo.
La jornada continuó hasta bien entrado el nivel 21.
El estadounidense Kevin MacPhee concluyó la sesión como chip leader, con un stack de 1.576.000 puntos, por delante del suizo Felix Bleiker (1.575.000) y del italiano Rocco Palumbo (1.257.000).
Estos son los nombres y los stacks de los 18 supervivientes, que hoy lucharán por el triunfo:
- Kevin MacPhee: 1.576.000 puntos.
- Felix Bleiker: 1.575.000.
- Rocco Palumbo: 1.257.000.
- Iliodoros Kamatakis: 1.230.000.
- Jaroslaw Sikora: 1.227.000.
- Vanessa Selbst: 1.190.000.
- William Foxen: 1.124.000.
- Luc Greenwood: 1.065.000.
- Ihar Soika: 1.012.000.
- Daniel Cates: 997.000.
- Aleksandr Denisov: 935.000.
- Mihails Morozovs: 675.000.
- Davidi Kitai: 446.000.
- Kenneth Smaron: 415.000.
- Nicholas Palma: 335.000.
- Mikkel Lokkegaard Hansen: 293.000.
- Bryan Paris: 252.000.
- Artem Metalidi: 165.000.
El torneo se reanuda a las 12.30h. Se jugará hasta que solo quede uno.
