En la superficie, el Main Event de las Triton Series resultó ser un torneazo. 48 registros, premios millonarios para cinco jugadores y un pacto a dos que repartió un verdadero dineral, más de tres kilos por cabeza, entre «Tim0thee» Adams y Bryn Kenney.
Si nos ponemos un poco más estupendos y rascamos un poco, se puede leer cómo se ensancha cada vez más la grieta entre el poker asiático y el occidental en el ámbito de las high stakes.
El field del torneo fue más reducido que en toras ocasiones debido a varios condicionantes. No era el menor de ellos el buy-in, de 227.000$ (2.000.000HK$). Un High Roller de ese precio con 48 entradas es un pedazo de evento. Pero también es verdad que quizá lo que más influyó en restar algún que otro paso por caja es la pereza que les empieza a dar a los jugadores de las Triton jugar con baraja completa.
Como pudimos escuchar de boca de Tom Dwan, existe la sensación entre los VIPs de Macau que el Short Deck Poker es «una batalla más justa«, y que se desarrolla en un «entorno menos predatorio». Jugadores como el propio Dwan no es que encuentren más emocionante y sociable una partida de Short Deck, es que ya ni se plantean registrarse en un torneo de NLHE.
La traducción de todo esto al torneo fue que en la mesa final de seis jugadores no había rastro de jugadores que hubieran nacido fuera de América del Norte.
La alineación al inicio de la última partida del festival la componían David Peters, Isaac Haxton, Dan Smith, Peter Jetten y los dos mencionados protagonistas del heads-up. Cualquiera que conozca aunque sea de oídas el historial de estos jugadores ya se puede imaginar que dieron muy pocas opciones a los recreacionales a quienes Paul Phua y Richard Yong pudieran haber convencido para jugar.
Los stacks de la mesa final no eran excsivamente misericordes. Peters tenía 12bb; Jetten y Smith 16bb; Haxton parecía tener más margen con 25bb.
En las dos primeras manos, Haxton entregó su stack a los de Kenney rerrobando all-in desde SB con
y Peters perdió una guerra de ciegas contra Jetten. Ike no se fue de vacío, se llevó 800.000$ y un pico, mientras que Peters abrió el marcador de premios millonarios.
La racha de eliminaciones no se mantuvo porque Dan Smith encontró un AK con el que defenderse de Kenney en guerra de ciegas. Jetten pasó a ser el short del torneo y se las jugó todas con top pair en . Había muchos proyectos felices de perseguir ese flop, pero lo que tenía Bryn era mucho mejor que cualquiera de ellos, trío de reyes.
Del grupo inicial de jugadores apurados de fichas, Dan Smith fue el único que logró inquietar a los chipleaders. En algún momento de la mesa a tres se puso a tiro de disputar el heads-up, pero perdió dos botes importantes frente a Bryn, que le costaron perderse el pacto final.
Adams y Kenney compararon stacks y vieron que la cosa estaba demasiado igualada como para no echar un primer vistazo a las cifras. El portátil del director de torneos empezó a escupir millones y se llegó a un rápido acuerdo. 3 kilos por cabeza y medio millón al medio, para quien pudiera echarle mano
La mano que decidió que ese dinero viaje a Canadá en la maleta de Adams fue la que según Bryn es «la peor secuencia de cartas que he visto en mi vida«. Kenney flopeó nuts con en
. El
turn completó el proyecto más improbable, una «wheel» o bien una escalera interna al 6, además de abrir diamantes, pero el verdadero peligro de ese turn fue que le dio full mayor a.
de Adams en cuantose dobló con el
del river.
- Timothy Adams HK$27,760,500 (US$3.54M)
- Bryn Kenney HK$24,039,500 (US$3.06M)
- Dan Smith HK$13,600,000 (US$1.7M)
- Peter Jetten HK$10,390,000 (US$1.3M)
- David Peters HK$8,150,000 (US$1.04M)
- Isaac Haxton HK$6,300,000 (US$803.000)
Es el mejor premio que ha obtenido en su larga carrera Timothy Adams: «Llevo jugando contra Bryn desde que tenía 19 años. Y ahora tengo 32». Algo que, por cierto, le podríamos haber asignado perfectamente a su rival, que también sube de los 3.000.000$ en un solo torneo por primera vez.