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Tiempo de cambios y ajustes, pero no el fin del poker on-line

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Una inoportuna averí­a de mi ordenador principal me ha obligado a alterar el orden de las tareas prioritarias y a retrasar algunas. Finalmente he conseguido recuperar la información del disco duro y poner todo a funcionar. La tecnologí­a es de gran ayuda, pero en algunos momentos es frustrante ver cómo nada sale como esperas.

Bueno, el caso es que ya estoy por aquí­ para compartir con vosotros lo que pienso sobre todo este tema de las prohibiciones en USA, que afectarán al poker y otras actividades on-line.

No voy a extenderme explicando en qué consiste lo que será la nueva ley que prohibirá las transacciones con operadores de juego y apuestas fuera de las fronteras estadounidenses, pues otros compañeros ya lo han hecho en la altura correcta y de forma brillante como podéis ver en www.poquer-red.com.

Tampoco voy a perder mucho tiempo comentando lo que opino sobre la prohibición, aunque sí­ quiero dejar alguna palabra o frase suelta, aunque sea para desahogarme: vergonzoso, contradictorio, sin sentido, hipócrita, en su lí­nea. ¿Qué se puede esperar de los polí­ticos en general y de los americanos en particular? ¿Qué sentido tiene la Estatua de la «Libertad» en la Bahí­a de Hudson (no sé si está en la bahí­a o rí­o, pero por allí­ está)?. No conseguirán su propósito, etc.

Por lo que he leí­do por ahí­ fuera y en nuestro foro, veo que hay mucha preocupación con el tema, tanto por los jugadores americanos como por los de fuera de USA. Los primeros por las dificultades que pueden encontrar para seguir jugando, y los segundos porque temen que se acaben las partidas rentables o que, incluso, las salas tengan que cerrar.

Puedo estar equivocado, o seguramente lo esté, pero a mí­ no me parece una situación tan grave. Me parece que estamos ante una situación que provocará unos cambios y unos ajustes, pero ni se me pasa por la cabeza que sea el comienzo del final del poker online. ¿Por qué no me parece una situación tan grave?

– Me estaré haciendo mayor y las cosas me afectan menos.
– Mis problemas personales en estos momentos minimizan la situación del poker.
– Todo lo que se prohí­be se hace más atractivo y da más placer consumirlo. Los cigarros que me fumaba cuando se podí­a fumar en cualquier lado no me sabí­an tan bien como los de ahora, que cuesta un triunfo encontrar un sitio. Antes el que fumaba era un gilipollas que compraba un cáncer a plazos, ahora es un valiente (aunque no dejemos de ser unos gilipollas en el fondo). Lo han hecho hasta más atractivo, como sucederá con el poker.
– Ninguna prohibición que tenga fácil salida obtiene resultados. Prohibir algo en Internet es mucho más complicado que hacerlo con temas como las drogas, el alcohol, las armas, la prostitución, etc. Y que yo sepa, nadie ha conseguido acabar con esto ni con muchas más cosas prohibidas en algunos lugares. Ojo, no es ninguna comparación de productos y actividades.
– Todo lo que genera una pasión, y el poker lo hace, no es fácil que nos lo arrebaten de forma injusta y por decisión de un papanatas en busca de votos. Muchos americanos tomarán el tema como una gran ofensa hacia sus «libertades» (ejemm, ejemm), y aunque sean pocos comparados con los que no juegan al poker, harán mucho ruido hasta que consigan su objetivo, por las buenas o por debajo de la mesa. Hecha la ley, hecha la trampa.

No nos olvidemos de que lo que se va a prohibir no es el juego online, sino las transacciones económicas hacia operadoras de juego y que posiblemente también afecten a intermediarios del tipo Neteller. No sé por qué, quizás sea mi ignorancia, pero a mí­ esta prohibición me parece que va a ser muy fácil saltársela. La traslado a España en mi situación y seguirí­a jugando sin ningún problema y sin complicarme mucho la vida. Jugarí­a en salas en donde se pudiera hacer transferencias entre jugadores, y hablarí­a con Cienfuegos, por ejemplo.

En toda época de prohibiciones o crisis hay muchos que se arruinan pero hay otros que aprovechan la coyuntura para hacer el agosto proporcionando al consumidor eso que le intentan arrebatar. La historia está llena de ejemplos. Uno de los más claros es el de la Ley Seca de los años 20 en USA. ¿Cuantos «Al Capones» aparecerán esta vez? Quizás no sea ni necesario llegar a estar fuera de la ley; veremos.

Estoy seguro que aparecerán decenas de sistemas que posibilitarán depositar y retirar en los casinos. Tarjetas telefónicas, tiendas virtuales de golosinas, que por cada kilo de gusanitos de plástico te depositen el valor comprado en tu cuenta de poker; yo que sé; pero seguro que antes de que este pastel se quede sin merengue, darán con algo.

Otro tema quizás más complicado es que las propias salas nieguen el acceso o la posibilidad de jugar con dinero real a los residentes en USA, como ya ha anunciado Party, entre otras. Ellos se lo pierden y otros se lo ganarán. Siempre pasa, algunos quieren ser más papistas que el papa, pero yo creo que en este caso es más por polí­tica interna, para quedar bien ante sus accionistas. Preferirán asumir la pérdida ¿temporal? del mercado americano e invertir en otros mercados, como el europeo o asiático, que ser el centro de la controversia, sobre todo, siendo una compañí­a que está en todos los puntos de mira. Lo que me parece es que aparecerán muchas salas más pequeñas, que permitirán el acceso a americanos que se busquen la vida para poder depositar. Otras ya existentes, como Bugsysclub, ya han tomado esta decisión y comunican abiertamente que estarán encantados de recibir a todos los americanos rechazados en otras salas.

Va a ser muy curioso ver el tipo de nuevos negocietes que nacen producto de esta ridí­cula prohibición y el consiguiente deseo o necesidad de seguir jugando.

Otra posibilidad que se puede dar es que este sea el primer paso hacia una regulación del juego online, para que las operadoras puedan obtener licencias estadounidenses y paguen impuestos allí­. Esto me parecerí­a lo más inteligente, pero viniendo la prohibición de donde viene, quizás sea mucho esperar.

En fin, creo que vamos a entrar en un tiempo de cambios y ajustes. Algunos niveles se resentirán más que otros, pero aparecerán alternativas que sustituirán a los principales monstruos, como Party y Poker Stars. No nos olvidemos de que ya existí­an redes, como Bossmedia, que ya no permití­an el registro a norteamericanos (aunque en la práctica si que entraban) y sobreviví­an y sobreviven perfectamente.

Entre los americanos que encontrarán la forma de depositar y los nuevos jugadores procedentes de nuevos mercados, el poker online creo que tiene mucho recorrido por delante. Ojalá no me equivoque