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El tiburón de Humberto Brenes tiene hambre de brazalete

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La parafernalia del circuito internacional de poker, personificada en la marca del Pokerstars Championship, ha trasladado el pulso de la actualidad del poker mundial a Centroamérica, con la disputa del PSC Panamá.

La figura más importante del poker de aquellas tierras es el costarricense Humberto Brenes, candidato ya casi vitalicio a la entrada en el Hall of Fame, e insigne embajador de nuestro juego mucho más allá de su área geográfica de influencia, desde el escenario que le proveyó durante tantos años el Team Pro de PokerStars.

Precisamente, la falta de interés en renovar con Pokerstars después del giro que dio el negocio tras la salida de Isai Scheinberg de la empresa marcó un declive en la importancia y la continuidad de los resultados de Humberto en el circuito. Humberto anunció su salida del equipo en agosto de 2014.

«The Shark» se pasó los dos años siguientes sin sumar un solo premio más a su extensí­simo currí­culum. Reapareció por sorpresa en las WSOP 2016, donde puntuó cuatro veces para igualar a Men Nguyen «The Master» como el cuarto jugador con más cajas de las WSOP.

Brenes ha vuelto a actualizar su hoja de resultados gracias a un ITM en el PSC National Championships en Panamá. Humberto no podí­a dejar una ocasión tan especial. Viajó a Panamá City con buena parte de su familia, como si fueran unas vacaciones. Que en cierta parte lo son, porque la explicación sobre su desaparición temporal de las mesas tiene mucho que ver con trabajo diario. Pero nada de trabajar en Panamá.

Yo aquí­ voy a jugar todos los dí­as. Que trabaje mi hijo todos los dí­as por mí­. Es un plan perfecto.

El hijo al que se refiere Humberto es José, que actuó de traductor improvisado para la entrevista que Pokernews concertó con Humberto Brenes.

Brenes tiene tres hijos en total, y lo que le ha tenido tan ocupado estos años es la preparación del trasvase de poderes de los negocios familiares a sus herederos.

Estamos hablando de la parte que le corresponde a Humberto en el negocio familiar, de importación/exportación de fruta y frutos secos. Además, el costarricense es el orgulloso propietario de una cadena de 27 cafeterí­as en su paí­s natal, llamada El Tostador. A punto de cumplir 66 años, Brenes afronta la jubilación desde una perspectiva muy distinta al de otras personas de su edad. En el apartado profesional, no la teme. En el del poker, no la contempla.

Yo nunca me retiraré. Cuando mis hijos se hagan cargo de los negocios, podré jugar un poco más. Tendré todo el dí­a para jugar el poker.

Medio en broma, medio en serio, Brenes dice que algún dí­a quiere montar su último negocio en Costa Rica, el Shark Poker Club, un club para jubilados que podrán jugar al poker todo el dí­a al cuidado de un personal de enfermerí­a adecuado. Humberto cree que el poker ayuda a mantener la mente despierta a la gente de avanzada edad.

Además, a Brenes le queda un objetivo muy importante que conseguir en el poker. De ahí­ su vuelta a los fieltros en 2016 y el plan que tiene para jugar el calendario completo de las WSOP en 2017.

Tengo dos brazaletes. Pero tengo tres hijos. Quiero ganar uno más, así­ les podré regalar uno a cada uno.

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