Tras los tres asaltos a los que fue pactada la pelea, Theo Jorgensen se alzó con la victoria por decisión de los arbitros y se llevó 35.000$ que era la suma que apostó con Hansen a que era capaz de derrotarle en el cuadrilátero.
Parece ser, según cuentan las crónicas, que el boxeo no fue demasiado brillante a pesar de que ambos púgiles reconocían haber estado preparándose seriamente para la pelea con la ayuda de profesionales.
Gus Hansen se veía fuerte y había colocado un handicap por la victoria de Jorgensen, ya que en caso de que el Gran Danés hubiera conseguido la victoria sólo habría recibido 25.000$. De todos modos, las apuestas daban como vencedor a Jorgensen y los pronósticos se cumplieron.