Por Phil Gordon
Traducción autorizada: fulltiltpoker.com
Normalmente, antes de tomar una decisión en el flop o en el turn miro la «textura» de las cartas de la mesa, es decir, qué cartas están en juego y si estas podrían mejorar las posibles cartas iniciales de los rivales, y ello me ayuda a decidir si apuesto y cuánto.
Mi apuesta normal tras el flop va del 33% al 100% del tamaño del bote. La textura de las cartas me dicta el porcentaje del bote a apostar, en función de cuatro factores:
- La fuerza de mi mano en relación con todas las probables jugadas de los rivales.
- Si tengo una mano muy fuerte respecto a todas las probables jugadas de los oponentes, normalmente apuesto la proporción inferior del citado intervalo, aproximadamente un tercio del bote. Quiero que el rival me iguale.
- Si tengo una mano de fuera moderada, suelo apostar dos tercios del bote. Quiero que mis rivales tiren algunas manos mejores que la mía y que igualen con algunsa cartas peores que las que yo tengo.
- Si tengo una mano débil y quiero subir, apuesto la cantidad del bote. Quiero que los oponentes tiren cartas que serán mejores que las mías.
- Las posibilidades que tienen mis cartas de mejorar.
- Si es improbable que mis cartas mejoren, tiendo a apostar más de dos tercios del bote. Quiero llevarme el dinero en ese mismo momento.
- Si es probable que mis cartas mejoren (en el 15% o el 20% de las ocasiones), suelo apostar dos tercios del bote.
- Si es muy probable que mis cartas mejoren (en más del 34% de las ocasiones), tiendo a apostar la mitad del bote.
- La posibilidad de que el rival haya armado una buena jugada en el flop y tenga una pareja u otra jugada mejor.
- Si es improbable que el flop haya dado al rival una pareja alta o una jugada mejor, tiendo a apostar un tercio del bote.
- Si es probable que el rival tenga tras el flop una pareja y creo que no tengo la mejor mano, tiendo a apostar dos tercios del bote.
- Si es probable que el rival tenga tras el flop doble pareja o mejor y creo que tengo la mejor mano, tiendo a apostar el tamaño del bote; si creo que no tengo la mejor mano, casi nunca apuesto.
- La posibilidad de que el rival tenga un proyecto fuerte (de color o escalera, que sería la mano dominante de la mesa).
- Si creo que mi rival tiene un proyecto fuerte y pienso que tengo la mejor mano, suelo apostar el tamaño del bote.
- Si creo que mi rival tiene un proyecto fuerte y es posible que no tenga la mejor mano, casi nunca apuesto.
- Cuando los cuatro factores me llevan a diferentes conclusiones sobre cuánto apostar, calculo la media y apuesto dicha cantidad.
Con el tiempo, desarrollarás un sentido de la textura de las cartas comunes y de la cantidad a apostar en función de este factor, que acabará permitiéndote tomar decisiones casi automáticamente. Entonces, podrás gastar menos tiempo en la toma de decisiones y dedicarás más tiempo a observar a tus rivales.
Esta lección está extraída del libro de Phil Gordon Little Green Book: Lessons and Teachings in No Limit Texas Hold’em, publicado por Simon Spotlight Entertainment.