El poker de altos vuelos se está convirtiendo en un escaparate en donde, cada vez más, ayuda sobre todo estar en el lugar adecuado y bajo el foco más brillante.
Los Justin Bonomo, David Peters, Bryn Kenney y Jason Koon se están llevando todas las portadas, y con todos los méritos del mundo, pero arrojan una sombra quizá demasiado fuerte, que oculta los merecimientos de otros grandes del naipe que deberían recibir un reparto más justo de los titulares.
Tenemos un ejemplo clarísimo en Steve O’Dwyer.
Del grupo que formarían O’Dwyer y las cuatro superestrellas que hemos mencionado, ¿quién piensas que ha conseguido al menos una victoria en algún evento principal de los tres circuitos de la Triple Corona (WSOP, EPT y WPT? Son cuatro. Todos menos Jason Koon.
¿Quién dirías que pasa de las 20 victorias en el circuito? Si has dicho solo tres, David Peters (24), Justin Bonomo (24) y Steve O’Dwyer (23), enhorabuena. Esta era complicada.
¿A cuántos crees que se reduciría el grupo si establecieramos un filtro que seleccionara a aquellos que tengan más de cinco temporadas con premios de más de 1.000.000$? La veteranía es un grado. Solo David Peters (6) y O’Dwyer (7) superan las seis.
Y por último, de toda esta constelación de grandes, ¿quién crees que es el único que lleva ganados más de 3.750.000$ en cada una de las últimas cuatro temporadas? Como ya me veis venir, todo el mundo habrá acertado. Don Steve O’Dwyer.
Uno de los secretos de O’Dwyer, además de su indudable calidad, es que no le hace ascos a ningún viaje. Su Hendon Mob tiene más banderitas distintas solo en torneos ganados que el 99% de los jugadores de la página en todas sus cajas.
O’Dwyer ha dominado mesas finales en Estados Unidos, Chipre, Dinamarca, Malta, Mónaco. Australia, Bahamas, China, Reino Unido, República Checa y Bahamas, pero también en países en los que alguno de sus rivales en los High Rollers ni siquiera habrán pisado para jugar un torneo, como Panamá, Grecia o Finlandia ¡En su colección está hasta la bandera de Georgia!
Juega circuitos que otros no se dignan a visitar, como el WPT National, el UKIPT o el WSOP Circuit internacional, y entre sus cajas de los tres últimos años, siendo ya una superestrella, hay torneos de 200€, 550€ o 1.100€ de buy-in. Y no pocos.
Todo esto no hay más que verlo en su último tirunfo, el 23º de su carrera, que ha llegado en el WPT Deepstacks, la marca secundaria que el decano de los circuitos ha llevado hasta Amsterdam (Holanda).
Ni es el festival con más glamour ni la ciudad con más caché pokerístico -aunque sí con una gran historia, en especial gracias al Master Classics-. Pero O’Dwyer se sentó a disputar el High Roller de 2.200€ contra un field casi exclusivamente local.
De hecho, la mesa final era 100% holandesa, con la única excepción del propio O’Dwyer. Ojo, hemos dicho local, que no floja. Holanda tiene grandes jugadores y muchos de ellos estaban en Amsterdam. O’Dwyer derrotó a David Boyaciyan, Paul Berende y Noah Boeken en la FT y se llevó un premio de 72.905€
- Steve O’Dwyer 72.905€
- Marcel Goldenbelt 46.120€
- Sandro Pitzanti 27.350€
- Christian Pielich 16.770€
- David Boyaciyan 12.770€
- John Geenen 10.835€
- Paul Berende 9.420
- Firoz Mangroe 8.255€
- Noah Boeken 7.290€
No le va a ayudar mucho a entrar en el top ten del ránking histórico en vivo. Es 11º, y necesita un pelín más de 800.000$ para pasar a Dan Smith. Pero quizá no sea lo que más le importe.
Leíamos hace poco como a Fedor Holz ya solo le seducen los High Rollers y los torneos turbo. Que haya mucho dinero en juego y que la partida no le ocupe mucho tiempo. En cambio, a O’Dwyer solo parece que le hace falta un casino en el que estar a cubierto, una mesa de poker y buena compañía. Y si no un PC, porque si le dejan se juega todo el lobby online. Llámame romántico, pero si tengo que elegir compañero de viaje…
