Inicio Actualidad de poker Si túme das, yo te doy

Si túme das, yo te doy

154

Todos sabemos que en el mundo del poker es normal que los jugadores compartan bankroll o intercambien porcentajes cuando juegan torneos o incluso cash.

En los últimos tiempos algunas voces se han alzado en foros y comunidades para lanzar una pregunta al aire: ¿es esto una forma de collusion?.

Por el momento nadie ha dicho claramente que esta actividad pueda considerarse como una trampa, aunque sí­ que hay muchas personas que se han pronunciado acerca del potencial que efectivamente estos ‘sindicatos’ de jugadores tienen para incurrir en este tipo de infracciones. Eso sí­, nunca se puede acusar a nadie de hacer trampas hasta que realmente se las hayas visto hacer, he aquí­ el principal problema.

Para intentar explicar un poco mejor lo que realmente pasa voy a exponer un ejemplo sencillo y a menudo visto en las mesas de poker:

Supongamos que nos sentamos en una mesa de cash en una ciudad desconocida, en un casino desconocido y con jugadores completamente ajenos a nuestra persona. En esta situación, y siendo personas alegres y sociables, intentaremos rápidamente crear algún ví­nculo de amistad con uno o varios jugadores de la mesa.

– ¿Cómo hacemos esto?

Existen múltiples opciones, aunque generalmente las más utilizadas suelen consistir en invitar a una bebida, felicitarlo por haber jugado una mano bien o ‘piropearle’ por lo bien que va vestido y el gran estilo que tiene (supongo que ésta será la menos habitual).

– ¿Qué conseguimos?

Conseguimos crear un ví­nculo social de carácter positivo que muy seguramente llevará a ese jugador a comportarse amablemente contigo cuando juegues una mano contra él, dejándote claro que debes foldear o foldeando cuando no ligue nada. Esto funciona especialmente con los jugadores recreacionales que ya tienen una cierta edad. Es una estrategia como otra cualquiera, basada en tácticas sutiles pero eficaces.

A esto se le llama LEY DE LA RECIPROCIDAD y los seres humanos la utilizamos en todas las facetas de nuestra vida.

Conocida es la historia del soldado alemán que fue enviado tras las lí­neas enemigas con la misión de secuestrar a un adversario al que torturar y sacar información valiosa. Consiguió llegar hasta un soldado del ejército rival que en ese momento estaba comiendo. Lo desarmó, pero cuando se disponí­a a ejecutar su plan inicial el soldado enemigo le ofreció un trozo de pan que el alemán aceptó. Este gesto cambió la percepción del militar teutón, que ya no pudo hacerle daño a su rival.

í‰ste es el más claro ejemplo de la ley de la reciprocidad, que establece que un ser humano debe tratar de pagar, en especias, lo que otro le ha proporcionado.

– ¿Dónde podemos ver esta ley dentro del poker?

A veces vemos a jugadores profesionales enfadados después de caer eliminados a manos de un ‘amigo’ y murmurando ‘Esto no me lo esperaba, nos conocemos desde hace mucho’. Y es que cuando los jugadores se conocen bien existe un pacto no escrito en el que ‘si tienes un monstruo, perfecto; pero si es un farol, házselo a otro’. Cada vez que alguien se acoge a esta norma, el sistema de clemencia se retroalimenta y se convierte en un cí­rculo vicioso sin fin.

Esto, evidentemente, también sucede cuando alguien te deja dinero para jugar.

– ¿Por lo tanto, es esto trampa?

En mi opinión no, nadie se ha conjurado con otra u otras personas con el fin de sacar provecho irregularmente de algunas situaciones. Es cierto que el juego queda algo desvirtuado cuando esto sucede, pero forma parte de la conducta humana, y nos guste o no, a veces no controlamos todas nuestras acciones.

La ley de reciprocidad existe, aunque en el poker online no puedes invitar a tu oponente a una copa. Juega libre de ataduras en CasinoBarcelona.es

Artículo anteriorEl poker online vuelve a New Jersey
Artículo siguienteEsta tarde comienza el CEP Barcelona 2013