Algunos buscamos que el Póquer sea un deporte reconocido, pero seamos realistas, en los Estados Unidos es un producto (¿no lo es todo allá?) y no hay vuelta que darle. Es por esto que Hollywood llega nuevamente con una película centrada en nada menos que el juego más famoso de cartas, el Póquer.
Mientras algunos pensábamos que podía estar enterrado unos 10 metros bajo tierra, Burt Reynolds nos cambia la perspectiva y regresa con un cigarro en la boca y su cara de seductor en blanco y negro en el que muchos se quisieran convertir y poder así conquistar a las amigas de sus hijas.
Su nueva película «Deal» narra la vida de un retirado jugador de Póquer quien comenzará a instruir a un estudiante de secundaria, interpretado por Bret Harrison (con más cara de surfista que de jugador de Póquer), en el arte de jugar al Póquer, enseñándole a «jugar al jugador» en vez de «jugar a las cartas».
Harrison aprenderá de su maestro todas las fabulosas técnicas que tiene para traspasarle y cuando ya esté preparado, la película dará un inesperado giro cuando ambos lleguen a la mesa final del WPT (World Poker Tournament es decir… por supuesto… al heads-up de la mesa final (que grandes jugadores que son ¿no?)… ¿Quién será el campeón? ¿El alumno superará al maestro?
En esta especie de Karate Kid contemporáneo no solo actúan estos dos galanes de distintas generaciones, sino que también podremos ver a la deslumbrante actriz, siempre espectacular Shannon Elizabeth (¿se nota que me gusta?) y uno que otro profesional del poker como Phil «The Unabomber» Laak y Antonio «The Magician» Esfandiari para animar a mas aficionados.
Pues ya lo saben, cuando vean en cartelera la cara de Burt Reynolds, no solo piensen «es otra típca película americana» y entren al cine para luego poder decir «era una típica película americana… ¡Pero había Póquer!»