El camino de Adrián Mateos hacia el quinto brazalete, que pasaba por la mesa final del GGMillion$ High Roller Championship de las WSOP Paradise, terminó tras dar apenas cuatro pasos en pantalla.

La retransmisión de la partida se demoró unas pocas manos, en las que Adrián perdió un bote checkraiseada en el flop y pasó a ser el shortstack de la partida. Con las cámaras encendidas, Amadi solo tardó cuatro manos en encontrar madrileño una mano con la que ir a robar las ciegas. Adrián pusheó unos 44, y justo fue a recibir una mano que podía pagar el all-in el que menos arriesgaba en ese momento, el chipleader Daniel Smiljkovic.

La pareja del madrileño mandó sobre al AJs de su rival hasta el river, donde se completó una broadway runner-runner. La única nota positiva de la FT fue que, en lo poquisímo que se llevaba jugado, Adri ya había escalado un puesto gracias a la eliminación de Matthew Stumpf (7º, 349.400 $).

El arrollador comienzo de Smiljkovic, que ganó tres de las primeras manos dejando dos eliminados por el camino, no le aseguró el brazalete. El chipleader se tuvo que conformar con el tercer escalón del podio, por delante del ex-campeón del ME de las WSOP Damián Salas.

El vertiginoso ritmo de la mesa final se detuvo por completo tras alcanzar el heads-up. Sus protagonistas fueron Samuel Mullur, un pro alemán, y Frank Brannan, el único estadounidense de la final. El toma y daca por el brazalete se prolongó durante tres horas, hasta que el europeo remató el duelo con unos KK.

Los dos coincidían en haber cobrado tan solo una vez en un torneo de 5.000 $ en su carrera, y nunca en un High Roller. La larga sombra de Fedor Holz sobrevoló Bahamas. Él fue el primero al que Mullur dedicó su primer brazalete, un alumno realmente agradecido a su maestro.