La oferta de compra enviada por David Baazov a la dirección de Amaya acaba de recibir, probablemente, un golpe mortal, que además puedes tener serias consecuencias para el díscolo ex-presidente de la matriz de PokerStars.
En los documentos relativos a la futura operación enviados al SEC, el regulador bursátil de Estados Unidos, David enumeró a varios grupos de capital que habrían firmado documentos bancarios que confirman su intención de aportar 3,6 miles de millones de dólares para la financiación de la compra. Uno de ellos, el grupo KBC Aldini, de Dubai, ha elevado una queja oficial ante la SEC aduciendo que esa aseveración no es cierta. El presidente de la compañía árabe le llegó a declarar al periódico canadiense Globe & Mail, que «no habían tenido ninguna conversación con Baazov, y ni siquiera saben qué es Amaya».
Nadie entiende una razón honesta o lógica de por qué Baazov incluiría información falsa en los documentos oficiales enviados al regulador. Por no mencionar que es de suponer que lo primero que Amaya habrá exigido a Baazov al ponerse a negociar son pruebas concretas de que la financiación de la compra es posible, aunque se pensara que la SEC no llegaría a intervenir.
Las consecuencias pueden ser muy graves, en el plano legal. Además, casi imposibilita que la oferta de compra por Amaya siga adelante. La compañía objeto de la oferta, por medio de una comunicación firmada por Eric Hollraiser, se da por enterada de la noticia y hace notar que la tendrá en cuenta.
Amaya Inc confirma que está alatanto de los informes de prensa sobre la oferta que David Baazov hizo pública el 14 de noviembre de 2016. Amaya, con el asesoramiento de sus consejeros, continúa evaluando con sumo cuidado la oferta del Sr. Baazov, incluida la información contenida en el informe de prensa, pero no tiene nada más que comentar por el momento.
Pero, además, el caso ha tenido un efecto inmediato en la valoración de las accones de Amaya, que han caído al nivel de los 18CAD$, después de haber subido a más de 21CAD$ cuando salió la oferta. Es cierto que la posibilidad de una venta gana atractivo, pero la empresa pierde valor y el propio Baazov, que aún mantiene algo menos del 20% de las acciones de Amaya, ha perdido dinero a espuertas. Si la SEC llega a la conclusión de que la oferta de compra solo pretendía provocar cambios en la valoración de las acciones en Bolsa, estaríamos hablando de un delito de suma gravedad.
La posibilidad de un error tipgráfico es mínima, pues este tipo de informes pasan muchas revisiones por parte de los abogados y la personalización del nombre del grupo es demasiado prolija -KBC Aldini Capital Limited-, aunque OnlinePokerreport hace notar que existe un banco KBC cuyas subsidiarias si podrían llegar a trabajar con Baazov, La torpeza sería mayúscula.
La situación no pinta nada bien para Baazov, del que aún se espera una declaración sobre estos acontecimeintos