Las mesas de Pot Limit Omaha heads-up de partypoker han sido testigo hace unas semanas de una sesión que ha despertado recuerdos casi apagados en el raíl.
Era de justicia que algo así le tuviera que suceder a uno de los pocos regulares de la era de los «noseblleds» de Full Tilt Poker que siguen en activo y jugando online con regularidad.
Sami Kelopuro, que llegó a ser uno de los jugadores de high stakes más conocidos al final de la pasada décad con el nick «LarsLuzak», estaba grindando el Powerfest de partypoker. Como complemento a la sesión,se sentó en una mesa de 100$/200$ del mencionado lobby de cash.
Las mesas en partypoker son anónimas. Con la última actualización, todos los jugadores tuvieron que cambiar de nick. el propio Kelopuro estaba identificado con un nuevo seudónimo «ChimneyBarrel». Imposible tener pista alguna del jugador que se sentó a su mesa.
La sesión empezó mal para el finlandés, que perdió cuatro buy-ins, pero había detectado claros signos de que su rival tenía muchísimas ganas de gamblear. La primera preocupación de Sami fue que se le acabara el efectivo en el cajero antes de tener la oportunidad de remontar. Su oponente no retiraba los beneficios de la mesa y le esperaba con 500bb para una nueva recarga.
«Era demasiado temprano, muy de mañana, y no ibaa ser capaz de encontrar a una persona que me enviara dinero. Tenía un par de cientos de miles en mi cuenta y podía depositar algo más, pero la partida era salvaje. El villano 3betaba todas las manos y 4beteaba casi el 100%. Había 5bets y 6bets, y jugaba postflop de manera furiosa«.
El punto de inflexión del enfrentamiento fue un bote de 190.000$ que acabó all-in preflop. Los ases de Sami aguantaron contra los reyes mucho mejor acompañados del desconocido . Le tocaba empezar a depositar al perdedor.
«En ese punto de la partida, después de ganar ese bote, yo tenía en la mesa 424.000$ y él tenía que empezar de nuevo con 20.000$«.
Inevitablemente, hubo rachas en las que el ahora convertido en donante encadenó varios botes ganados, pero nunca logró reconstruir su stack más allá de los 150.000$.
Hacia el final de la sesión, Sami enganchó una racha brutal. El gambler empezó a ir all-in con cualquier carta.
«Las recargas venían como agua. Más y más. Infinitas. Empecé a pagar con cualquier cosa que tuviera un 55% preflop. Era como gestionar mi propio casino y yo podía elegir la ventaja de la que quería disponer«.
Del resultado final de la sasión quedó este testimonio gráfico, subido a HeadsUpHyper, la página que recogió la niticia y las declaraciones de Kelopuro.
Resulta tan raro en estos tiempos algo así que el equipo de seguridad de partypoker retuvo temporalmente los beneficios del finés hasta comprobar que no había ocurrido nada sospechoso en las ocho horas que duro la interacción entre Kelopuro y el desconocido… ¿o a lo mejor no era tan anónimo?
«Tengo una idea bastante clara de quién puede ser, pero no lo voy a decir porque respeto mucho la privacidad de los demás«.
Qué tiempos aquellos ne que estas sesiones y estos resultados se daban casi a diario. Al menos, ahora Kelopuro tiene un recuerdo de las nosebleeds guardado en su cajero, con la bendición de la sala, que, según confirma Pokernews, ya le ha devuelto los fondos.