Recientemente ha trascendido (según leemos en PokerNews.com) una reunión entre John Pappas, director ejecutivo de la Poker Players Alliance (PPA de aquí en adelante), y la División de Confiscación de Bienes y Lavado de Dinero perteneciente al DoJ. En ella se trató el tema del reembolso del dinero de Full Tilt Poker a los jugadores americanos.
Al parecer, pocos avances se realizaron en esta reunión, que a la postre resultó ser dudosamente fructífera.
Gracias a un comunicado de prensa que la propia PPA emitió, vemos que el escenario no ha sufrido grandes cambios en los últimos tres meses, cuando se alcanzó el acuerdo a tres bandas entre Full Tilt Poker, PokerStars y el DoJ.
Al parecer, el proceso se encuentra estancado con la «pelota» en el tejado del DoJ, quien tiene que seleccionar un procesador de pagos que lo gestione. Pappas tiene claro quién sufre las consecuencias de este retraso:
«Sin lugar a dudas, esto no son buenas noticias para el colectivo de jugadores americanos que espera le sea devuelto su dinero«.
En un principio, la figura del procesador de pagos que gestionase todo este asunto, debería haber sido seleccionada como fecha límite el pasado 31 de agosto. Como es evidente, eso no sucedió, pero lo peor de todo, es que no existe ni tan solo una previsión sobre cuándo alguien será puesto al frente de este proceso.
Pero según dice Pappas, eso no es lo peor de todo, porque en su opinión, una vez esa figura recaiga sobre alguna persona en concreto, los jugadores seguirán teniéndose que enfrentar a «un proceso administrativo sustancial«. En definitiva: parece ser que la devolución del dinero todavía está «muy lejos«.
