Lo hizo desde suelo austriaco, concretamente desde Baden, una pequeña ciudad situada al sur de la capital, Viena.

Con un buy-in de 3.300€, el dí­a 1A de competición reunió a 104 jugadores, de los cuales, solo algo más de la mitad, 54 exactamente, consiguieron el pase al dí­a 2 que se celebrará el próximo miércoles.

Entre la lista de eliminados, destaca la presencia de Alex Dovzhenko, Barny Boatman, Sergii Baranov y Scott Montgomery, entre otros. Quién sabe si alguno de ellos volverá hoy a las mesas austriacas, haciendo uso de la opción de re-entry que este torneo pone a disposición de los jugadores.

Por contra, la lista de ilustres que pasa de dí­a, es más generosa. El primero en el que nos fijamos, y más importante para todos nosotros, es Raúl «Toro» Páez, quien logró clasificarse para el dí­a 2 con un stack de 73.500 ptos, cuando la media ronda los 57.700 ptos.

Para el que no lo sepa, o no lo recuerde, el mejor resultado en la carrera de Páez, fue precisamente en una prueba del WPT. Desde entonces, ha llovido bastante, pero efectivamente, fue en Parí­s, en 2006, cuando Raúl Páez se coló en una mesa final realmente dura, en la que también estaban Scotty Nguyen, Michael Mizrachi y el mencionado anteriormente Scott Montgomery, para acabar cayendo en 3.ª posición, por 298.908$. Esta semana, «el Toro» busca, por lo menos, repetir aquel resultado. ¡Suerte!

El resto de ilustres que jugaron ayer, y lograron clasificarse para el dí­a 2 de competición, fueron, por mencionar algunos, Steve O’Dwyer (118.000 ptos), el pro de PartyPoker Marvin Rettenmaier (86.000), Dermot Blain (55.000) o Kara Scott (41.8000).

Por encima de todos ellos encontramos a Kimmo Kurko, quien acabó la jornada liderando a los 54 supervivientes, con un stack de 149.700 ptos, seguido por Andrey Shatilov con 134.700.

Para el dí­a de hoy, si no tenemos mal entendido, esperamos la actuación de Samuel Bernabéu, quien aunque sea de forma temporal, ha fijado su residencia en Viena, una ciudad en la que nos consta se siente muy cómodo. Esperemos que le vaya, como mí­nimo, igual que a Páez.