Los satélites Target Stack fueron una relativa novedad en el pasado EPT Praga.
Pokerstars empezó a programar este tipo de torneos dentro de sus eventos organizados en la capital checa en 2018, pero la pandemia impidió que se experimentara a mayor escala y pudieran extenderse por otras paradas del circuito.
La idea que subyace en la base de su estructura es la de premiar la acumulación de fichas y no la posición final cuando lo que está en juego es un premio común a todos los ganadores.
Digamos que en un satélite se reparten 10 entradas para un torneo. Los jugadores reciben 1.000 puntos para empezar a jugar. Eso quiere decir que en un satélite normal, los 10 últimos supervivientes se repartirían 100.000 puntos en distintas cantidades, en un rango que puede ir desde un ante al mayor de los bigstacks imaginable.
La media de fichas necesaria para empezar el reparto de entradas es de 10.000 puntos. En el Target Stack, cualquier jugador que alcanza esa cifra recibe inmediatamente un ticket. El objetivo no es sobrevivir hasta el final del torneo, sino alcanzar el objetivo en fichas marcado por la organización.
En cuanto un jugador supera la cuenta de puntos requerida se puede levantar de la mesa y dar por terminado su trabajo. Sus puntos son retirados del torneo, y si existe un exceso se reparte equitativamente entre el resto de los presentes en la mesa.
De esa manera, y ese es el primer banderín de enganche del formato, un jugador puede solucionar la papeleta de la clasificación por satélite en una fracción del tiempo de lo que le llevaría jugar con el formato tradicional.
Lo realmente atractivo de estos satélites es el enorme ajuste estratégico que requieren.
Dara O’Kearney, un especialista en satélites que ha colaborado en la redacción de varios libros de estrategia con Barry Carter, ha examinado las peculiaridades de los satélites Target Stack para el blog de Poekrstars.
El primer concepto que expone Kearney es el del…
ICM inverso
Ponte por un momento en la piel de un jugador con un gran stack, al que le faltan unas poquitas ciegas para clasificarse. Aquí la presión cambia de bando y es el shortstack el que puede pushear un rango amplio de manos porque el que más arriesga al pagar un all-in preflop es el que más fichas tiene.
Un stack de 9.500 puntos que paga un all-in de 1.500 está arriesgando perder el triple de fichas que puede ganar, porque el exceso de puntos no tiene valor.
Es algo similar a lo que pasa en un reto como el Galfond Challenge, en el que el resultado final lo determina la existencia de una ventaja, no el tamaño de la misma. Gana igual el que tiene 1$ de beneficio que el que tiene 1.000.000$. A medida que se va acumulando una ventaja, cada vez tiene menos sentido arriesgar fichas.
El jugador que va por detrás en estos satélites el más interesado en forzar la varianza, pues el premio no espera al final del camino. De hecho, el jugador que pierde un eventual heads-up se queda sin nada.
Los enfrentamientos entre chipleaders se ven afectados de igual manera. ¿Qué manos podrían pagar un all-in de la SB con 9.900 puntos si la BB arriesga el mismo stack? Estamos ante el clásico dilema sobre foldear ases si hay varios shortstacks en burbuja de un satélite, pero ahora el problema es de los jugadores más ricos en fichas.
Hay que tomar riesgos en algún punto
Los chipleaders deben cerrar rangos y buscar la equity extra que requiere pelear contra un ICM inverso, pero en algún momento hay que dar el paso.
Examinando las situaciones más típicas de los satélites Target Stack, O’Kearney asegura que el stack ideal para tomar un riesgo es cuando se ha alcanzado la mitad del Target Stack. Un all-in ganado con el 50% del objetivo alcanzado significa ganar el satélite, y ese es justo el momento en el que empieza a actuar el ICM inverso.
Según las tesis de O’Kearney, hasta que obtienes la mitad de puntos necesarios para ganar el ticket, la estrategia no se debe desviar de la del ChipEV, es decir, considerar la equity de la mano sin consideraciones de ICM.
Factores que alteran la dinámica, los bountys
Un añadido muy interesante a este tipo de satélites pueden ser los bountys. Igual que en una estructura clásica, la posibilidad de cobrar por eliminar a un jugador altera el EV de las jugadas.
El veredicto final de O’Kearney es favorable.
«Es bueno para el póker que los formatos cambien para mantenerlos frescos y difíciles de resolver, y espero jugar más satélites Target Stack este año«.