Cruel situación cuando lo improbable se acumula, se derrama en tu contra…una y otra vez.
¿Hay que corromperse cuando ves que con las que vas (lo que haces) pierdes, y con lo que no has ido (no has hecho), habrías ganado?. ¿Doy una cojetá y trinco? ¿Qué nivel de corrupción es necesario en la vida? ¿Cuando? ¿Cómo? Incluso ¿Por qué?
En el más antiguo tratado moral de la humanidad: El Mahabarata, toda la acción se dispara por una partida de dados, donde el héroe Yudhisthira, ejemplo de rectitud moral, al ser de una casta que no puede rehuir envites, retos o desafíos, cae en las garras del desalmado Duryodhana, que le va ganando (con dados trucados), una y otra vez sus posesiones, reino, hermanos, mujer y por fin, promesa de retirada a los bosques en condiciones y tiempos duramente estipulados.
Tras, bellos, largos y profundos dimes y diretes, todo desemboca en una tremenda batalla entre el bien y el mal: El Badavadghita, donde el Dios Krisna (similar a Dionisio y Jesús), viene en ayuda del bien y donde de una manera improbable y fatídica parece que el mal va a prevalecer. Entonces, cada héroe del bien con todos sus poderes provenientes de renuncias y austeridades ya gastados, tiene que hacer algo no deseado para poder ganar una última batalla personal contra su homólogo del mal. Todos se deprimen por haberse corrompido y por fin, cuando aun así la batalla se puede perder, Krisna, que no debía entrar en combate, entra en lucha, gasta sus poderosos y numerosos astras de poder, y al final, porque considera que tiene que vencer por encima de todo, da una cojetá, se corrompe, hace un truco no deseado y después de un enorme holocausto casi general, vencen los buenos.
Y pensar que todo habría sido diferente si Yudhisthira ( aquí si vale decir: Con toas sus castas) no hubiese hecho el primo y hubiera conocido y aplicado el «correctly poker» (sistema Pelayo), no habría entrado al trapo y la historia sería otra, incluso no habría Historia.
El sistema moral de comportamiento y adaptación a tu situación espacio temporal, que es el correctly sitema Pelayo, sí aguanta «per se», la máxima pureza. Puedes seguirlo a rajatabla, y con sus renuncias y austeridades, depura la actividad hasta hacerla pura entelequia, pura abstracción, que te permite navegar por un fluir de números, colores y cifras, que suben y bajan en un contínuo devenir, ordenado sólo por el más caprichoso de lo acasos, que aparece en oleadas de verdes pantallas.
Ante la belleza irracional del triunfo de lo improbable, es reconfortante la fe en la armonía de lo probable, que es condición indispensable. Para llegar a ser, lo primordial es ser probable. Hay materia que es y que no es, que está y no está todo al mismo tiempo. El principio de incertidumbre nos dice que el punto de vista influye y que incluso mirar o no mirar cambia la existencia, o no, de lo mirado… ¿Están hablando de la suerte, del acaso?… ¿De si esa armonía te es favorable o no, si ese hecho improbable te hunde o no? ¿Jugará Dios a los dados, Dtor.Einstein?
!Qué dolor de ese color fuera de odds!
!Qué dolor ser en el flop ganador y en el river perdedor!
Y sin embargo, qué belleza que lo improbable tenga su oportunidad y quizás sea el eje del movimiento cósmico y del «Big Bang». La armonía total es Parmenides, el no movimiento. Es lo improbable lo que dispara la acción, tira de la evolución y del » todo se mueve» de Heráclito.
Asi, en esta lucha entre lo probable y lo menos probable, que es la vida, el ser humano lleva todo el pasado tratando de preveer el futuro, siendo la burguesia, emergente desde el siglo XIII, la clase social que mejor ha sabido desarrollar sistemas de previsión de riesgos y/o beneficios, todo a través de esa columna vertebral de las relaciones sociales y politicas que es el Mercado, hábitat natural del burgués y excelente mecanismo de cálculo de probabilidades.
Asi mismo, es el mercado y sus reglas lo que inspira la estrategia del «correctly poker» (sistema Pelayo), se busca la harmonía rentable de lo probable y se prevee el alto precio de lo improbable, ya sea en contra, o a favor. Manejar bien la relación de la cantidad a invertir (posteo), proporcionalmente con las probabilidades de éxito (outs que uno y los demás tienen) y expectativa de beneficios (pot), es la clave del triunfo de una empresa sea ésta una S.L., una peripecia vital o una mano de póquer. Y en esa relacion proporcional que el sistema maneja, están las respuestas. ¿El nivel? Va de acorde con el % de concurrencia, siendo el maximo el «family pot» o «rio revuelto». ¿Cuando?: Cuando haya menester. ¿Como? Midiendo odds, outs y sus relaciones proporcionales. Y ¿por qué? Porque quieres ganar.
SUERTE
Javier Garcia-Pelayo